| EPÍLOGO |

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Ya estaban por ingresar a la universidad, pero la primera generación de la escuela de los Lan seguía siendo tan reboltosa y ruidosa como el primer día de guardería. Sorprendentemente, seguían peleando y jugando juntos.

Siendo "falsamente" acusado, Wuxian buscó refugio en su cómplice. —A-Yang, tu que en tu interior eres un alma sincera, ¿crees que saqué la mochila de Zixuan?

Xue Yang hizo una mueca. —A-Xuan, ¿por qué siempre piensas lo peor de nuestro A-Xian? Un alma noble siendo acusada tan injustamente... Aiyoo~ los cielos lloran por tu mal juicio.

Huaisang se aguantó la risa, cubriendo su rostro con su abanico verde agua.

Hay cosas que no cambian

Cada final es un nuevo comienzo. Para la guardería, ese comienzo significó la transición de una pequeña casita a una elegante construcción que abrió sus puertas a la educación formalmente.

Los años pasan volando, o al menos eso es lo que pensaba Xichen mientras revisaba calificaciones en su oficina, ajeno al caos que los de último año causaban nuevamente. Con el tiempo, descubrió que en realidad le gusta enseñar a niños pequeños, de no más de siete años, luego ya prefiere que otras personas sigan dando clase. La escuela de los Lan se convirtió en un recinto imponente con grandes estándares en educación, por lo que rápidamente se posicionó como una escuela de élite.

Por temas de edad, el grupo quedó separado en dos: en el primero estaban Wei Ying, Lan Zhan, Nie Huaisang, Jin Zixuan, Xue Yang y Wen Ning; mientras que en el segundo grupo quedó A-Qing, Jin GuangYao y Jin Zixun. No es que Xichen quisiera separarlos, pero los cursos iban por edad.

Entre todos ellos, excluyendo a WangJi, los que más extrañaban al mayor de los hermanos Lan eran Xue Yang y Jin Zixuan. A veces, en secreto, iban a charlar con él a su oficina, contándole sus problemas o rememorando viejos recuerdos. Muy al contrario de sentirse molesto, Xichen los recibía con una taza de té y algunos bocadillos, con el pecho lleno de orgullo y la maravillosa sensación de haber echo las cosas bien.

Mientras los años pasaban, el lazo entre el grupo de amigos iba fortaleciéndose de alguna milagrosa manera. Al menos podian coexistir no tan pacífica pero armoniosamente. La mayoría se volvió alumno de excelencia, con los primeros lugares entre Lan Zhan, Wei Ying y Jin Zixuan. Xue Yang no se afligía mucho, mientras que Huaisang prefería más bien pasar desapercibido. Wen Ning era ciertamente un caso aparte.

Ese día por la tarde, luego de que Wuxian y Zixuan corrieran a escondidas por la mochila perdida, WangJi fue a la oficina de su hermano.

—Ge, ¿cuándo vendrás a casa? —le preguntó.

Xichen, ahora un hombre adulto, sonrió y acarició la mejilla de su hermano. —Mañana es viernes, ¿no? Iré a almorzar y pasaré la tarde con ustedes. A-Cheng tiene algunos pendientes en el trabajo, así que se unirá para la cena.

Como maestro de niños de 5 años, Xichen tiene clases media jornada los viernes, mientras que Jiang Cheng, como gerente de la compañía Jiang, depende de cuántos documentos deba revisar. Aún así, la pareja vive junta en una linda y amplia casa, con dos perros dorados y gordos: Princesa y bizcochito.

—Mn. Tío estará contento. —respondió el menor.

Pero no solo el tío estaría contento, despues de todo, Xichen lleva varios años viviendo fuera de casa con Jiang Cheng, y aunque lo ve a diario en la escuela, no es lo mismo que tenerlo en casa para él. Los primeros días fueron muy duros, se sintió huérfano. Sin embargo, a medida que iba creciendo, se dio cuenta que en realidad la situación no era tan mala, que Jiang Cheng en realidad no había secuestrado a su hermano y que, por consecuencia, no competiría con él por el afecto del Lan. 

¡La guardería de Xichen! | MDZS AU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora