| DÍA CINCO |

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Viernes 5 de Marzo

A WangJi le encanta despertar y ver el rostro sereno de su hermano, talló sus grandes ojos dorados con sus pequeñas manitos, teniendo cuidado de no despertar a su hermano. La habitación todavía estaba algo oscura, de seguro no pasaban de las cinco de la mañana.

La guardería comenzaba a las ocho y media, aún tenía mucho tiempo hasta las siete. Los fuertes brazos de su hermano lo envolvían, protegiéndolo del frío del invierno, permitiendo que se acurrucara tanto como quisiera.

-A-Ji, ¿tienes frío? -preguntó Xichen medio dormido, acercando más al niño en sus brazos.

-No, estoy bien.

-Mn... aún es temprano para que te levantes, ¿no tienes sueño?

-Mn.

WangJi volvió a quedarse dormido con las caricias en el cabello. Después de todo, A-Ji aún era el bebé consentido de su hermano.

Se levantó a las siete y media, WangJi no sabia por qué, pero su tío parecía contento y también bromeaba con su hermano. Era lo más extraño que había visto.

Y su tío era un hombre extraño.

Hacia algo de frío ese día, así que su tío cambio su habitual tazón de leche con cereales por un tazón de leche con avena tibia. Ellos reemplazaron el té por el café. Había buen aroma en el comedor.

Su buen humor fue reemplazado por algo de malestar, y es que no podía caminar con facilidad debido a que parecía un muñeco de nieve andante. Llevaba tres poleras de algodón, dos chaquetas, un pantalón demasiado grueso sobre un pantalón de tela delgado, tres pares de calcetines, dos pares de guantes, una bufanda gruesa, un gorro de lana y un par de orejeras.

¡No podía moverse! Y el frío hacia que sus mejillas estén rojas.

Xichen se rió descaradamente en su cara. Luego de aplicarle un bálsamo labial le dijo.

-¿Quieres que te cargue?

-Mn. -asintió con las mejillas infladas.

Xichen volvió a reírse descaradamente en su cara. El viaje fue bastante más rápido desde ahí. Llegaron junto a Jiang Cheng y Wei Ying.

El pequeño diablillo, al igual que WangJi, venía abrigado hasta las orejas en tonos negros y rojos, estaba sobre los hombros de Jiang cheng mientras sonreía y jugaba con él.

Ambos sonrieron al ver a los Jades.

-¡Lan Zhan! ¿Ves? Hoy levante temprano a Cheng ge para que no te pongas triste.

WangJi sonrió.

-Mn, estoy feliz.

-Jiang Cheng, pasemos, hace frío.

Xichen abrió la guardería y encendió la chimenea, puso agua a hervir y preguntó.

-¿Quieres tomarte un café conmigo? Solo tengo una taza, pero podemos compartir.

Definitivamente habían más tazas, pero Jiang Cheng no tenía por qué saber eso.

-Claro.

Los pequeños se sacaron las capas de ropa extra y comenzaron a jugar, dejando privacidad a los adultos.

-Hoy probé con molestar a WangJi, fue divertido.

-¿Estás tratando de que muestre más emociones?

-Mn. Es mi pequeño niño y yo lo entiendo muy bien, pero cuando otras personas lo ven, siempre piensan que tiene algún tipo de enfermedad porque no habla mucho y siempre tiene una carita sin emociones.

¡La guardería de Xichen! | MDZS AU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora