| SEGUNDA CLASE |

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Volvieron a la residencia de los Jiang tomados de la mano, Xichen con una sonrisa algo boba en su rostro y Jiang Cheng con las mejillas sonrojadas, evitando el contacto visual. De vez en cuando, Xichen se detenía y le besaba las mejillas, o las pillizcaba, o simplemente decía "A-Cheng~"

Totalmente un bobo enamorado.

Y secretamente, Jiang Cheng se sentía muy orgulloso de haber conseguido que este bobo enamorado le pidiera noviazgo. Después de todo, Xichen es un hombre codiciado a su corta edad, y las propuestas de matrimonio no deberían tardar en aparecer. Pero no importaba, porque ahora sabe una cosa muy importante.

El amor de un Lan es para toda la vida, y él estaba bien con eso.

Cuando llegaron a casa encontraron a los pequeños escuchando muy atentamente a Yanli en la sala, quien les estaba contando historias sobre conejos, burros y jóvenes cultivadores. Su hermana alzó la vista y Jiang Cheng levantó un poco sus manos entrelazadas, para que ella las viera. Yanli simplemente le sonrió, casi como una madre orgullosa, y siguió contando su historia.

Más tarde, a eso de las nueve y media, WangJi ya estaba que se caía del sueño, así que decidieron dormir temprano por esta vez. Cuando Wei Ying supo que Lan Zhan se quedaría en su habitación hace unos días, insistió en decorar su habitación con adornos de conejos. Había una lámpara, uno en la mesita de noche y hasta conejos de peluche. Lan Zhan quedó fascinado.

Xichen y Jiang Cheng se encargaron de arroparlos y darles las buenas noches, y antes de que pudieran salir, Wuxian preguntó.

—Cheng Gege, ¿A dónde fue mamá Yu?

Jiang Cheng le revolvió el cabello.

—Ya sabes como es mamá, es como una araña, y las arañas andan en todos lados. De todas formas, vuelve mañana en la mañana, así que a lo que despiertes la vas a ver.

Wei Ying asintió, se acurrucó al lado de Lan Zhan y cerró sus ojitos, listo para dormir. En poco rato, ambos habían caído rendidos en los brazos del buen Morfeo. Por otro lado, Xichen y Jiang Cheng se sentaron en el jardín un rato a mirar las estrellas.

Sábado 13 de marzo

Cuando Lan Zhan despertó a Wei Ying, ambos se levantaron a buscar a Madame Yu, pisando con las puntas de los pies para poder sorprenderla. Madame Yu llegó cuando aún estaban durmiendo, así que sabia más o menos toda la situación en su casa.

Estaba en la cocina y fingió no escuchar los pequeños pasos que se le acercaban sigilosos por detrás.

—¡Bu! —dijo Wei Ying. Madame Yu fingió sorpresa.

—¡A-Xian, A-Ji! ¡Me asustaron!

El pequeño Wei Ying se rió y WangJi simplemente sonrió. Madame Yu les revolvió el cabello y Fengmian, que había pasado casi inadvertido por ellos, también se levantó de su asiento para revolverles el cabello.

—¿A dónde fueron ayer? —preguntó Wuxian, al tiempo en que lo acomodaban junto a WangJi para comer.

La señora Yu miró a su esposo y pareció pensarlo un momento.

—El otro día tuve que conseguir unas cosas para A-Cheng, y quedé debiendo un favor. Fui a pagar mis deudas.

—¿Qué le trajiste a Cheng Gege?

—Información que tú no necesitas saber, pero tu hermano si. —cerró Madame Yu, con un tono burlesco.

A pesar de la curiosidad, Wuxian sintió que estaba bien con eso, papá Feng le ha dicho varias veces que uno debe hacer las cosas con el corazón y que, a veces, es mejor no meterse demasiado en los asuntos de otros. Comió junto a Lan Zhan y los adultos. Media hora más tarde, los hermanos Jiang y Xichen se levantaron. Los pequeños saludaron y se fueron a jugar.

¡La guardería de Xichen! | MDZS AU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora