10.

827 46 2
                                    

Se sentaron en la mesa junto al ventanal. Las calles eran muy transitadas en ese momento así que al otro lado del cristal las personas se empujaban unas con otras para seguir caminando. Al frente de la pizzería habían varios locales con carteles de colores fluorescetes que llamaban la atención de la peliazul ya que esta era bastante distraída, los colores brillantes y deslumbrantes nunca fueron de su gusto, pero al verlos siempre le llamaban la atención.

—Cass... —le llamó Victoria por quinta vez.

—¿Ah? —respondió aun mirando por la ventana.

—Te estoy preguntando que qué pizza quieres.

—Cualquiera, menos hawaiana. Sabes que la odio —dijo sin mucho interés.

—Vale —contestó la pelirosa.

El mesero, para nada feo, se acercó a tomar su orden, ocasión que Vi aprovechó para coquetear un poco con él. Cass al darse cuenta de eso puso los ojos en blanco y volvió a mirar por la ventana, pero al notar lo que había tras ella tuvo que llevar sus manos a sus ojos para tallarlos y mirar otra vez, pero no había visto mal, Michael estaba ahí... junto a Cameron.

—Mierda —susurró— Bajo la mesa. Ahora —arrastró a sus amigas con ella.

—Pero, ¿qué diablos, Cass?

—Cameron y Mike están allá fuera.

—¿Qué? Seguro viste mal —dijo Sam asomando su cabeza fuera de la mesa y los vio hablando con el mesero que señalaba a su mesa. Volvió a esconderse— Vienen para acá —susurró.

—Sabemos que están ahí o salen o nos sentamos con ustedes bajo la mesa —escucharon hablar a Cameron.

Las tres chicas gatearon hasta salir de debajo de la mesa y las mandíbulas de los chicos cayeron al ver el color de sus cabellos.

—¿Que diablos hacen aquí? —preguntó Cassie enojada.

—Tú cabello es azul —Cameron evadió su pregunta.

—Responde —dijo irritada.

—Tengo que hablar contigo.

—Yo no quiero hablar. Ahora puedes irte por donde viniste.

—Vamos, Cass. No seas tonta.

—Vete a la mierda, Cameron —comenzó a caminar fuera del establecimiento, pero el castaño fue tras ella.

—¡Cassandra! —le tomó de la muñeca antes de que cruzara la calle— Tan solo escuchame.

—Habla rápido —le apresuró soltandose de su agarre.

—¿Podemos hablar en otro lugar?

—No quiero ir a ningún lado contigo. Además, ¿que es tan importante para que...?

—Estoy enamorado de ti —le interrumpió y los ojos de la peliazul se abrieron a más no poder. Era algo que ya sabía, pero no por eso dejaba de sorprenderle.

—¿Estas loco? Tu no puedes estar enamorado de mi, Cameron. Eso sería muy tonto de tu parte. Yo puedo herirte como no tienes idea.

—Cassie, ¿crees que no lo sé? ¡Lo sé perfectamente! Pero eso no me importa. Yo solo quiero estar contigo.

—No, no y no. Tu no quieres estar conmigo. Tu quieres estar con Cassandra Smith, la chica a la cual todos desean. No nos engañemos.

—¡Dejate de tonterías, Cassandra! Te conozco hace 8 años, tu no eras así —revolvio su cabello y suspiró mirando el suelo— Hablemos en otro lugar, ¿sí?

—Tu y yo no tenemos nada de que hablar. Solo vete —dijo alterada y se giró perdiendose entre la multitud.

Sam le tocó el hombro y el se giró.

—¿A donde ha ido?

—No lo sé.

—¿Como que no sabes? —apareció Vi detrás de la pelilila— Cameron, tu no sabes como esta ahora. ¿Qué demonios le dijiste?

—¿De que hablas? ¿Como que no sé como está?

—Ahora eso no importa, sólo hay que encontrarla.

Luego de que Mike apareciera se separaron para ir a buscar a Cass en todos los luegares que se suponía que podía ir.

Mientras tanto Cassie estaba encerrada en uno de los cubiculos de los baños del primer club que encontró follando con un tipo del cual no sabía ni el nombre y drogada hasta el alma. Sostenía una botella de vodka en una de sus manos que dejo caer sin querer. Luego de terminar con lo que hacían ella acomodo su falda y salió del baño dirigiéndose a la barra para pedir otra botella.

Se sentó sola en un rincón junto con su botella y le dio un sorbo largo mientras, se puso a pensar en lo que le había dicho Cameron momentos atrás "Tu no eras así."

"A la mierda, siempre he sido como soy... ¿o no?" pensó y le dio otro trago a su botella.

Vi sentía que se le iban a gastar las suelas de los zapatos de tanto caminar, Mike llevaba a Sam en su espalda porque iba medio dormida y Cameron no paraba de llamar a Cassie ya que su teléfono ya estaba en servicio.

—Todo esto es tu maldita culpa —Victoria explotó contra Cameron— Si no hubieras venido nada de esto habría pasado. Ella estaría aquí. Te juro que si le da un ataque de nervios en medio de la nada voy a matarte.

—¿Ataque de nervios? ¿Hace cuanto volvió a tenerlos?

—Ayer comenzó a tenerlos otra vez y eso también es culpa tuya —respondió Sam.

"¿Qué ahora es el momento de todos contra Cameron?" pensó, pero lo dejo pasar.

—¿Recordó lo de Benjamin?

—Eso es lo mas probable.

—¿En que lugares no hemos buscando?

—En un club cerca a donde estábamos —respondió checando en su celular— No sé porque mierda no comenzamos por ahí.

Pararon un taxi y subieron todos. Durante el transcurso Sam se quedo dormida en los brazos de Mike, Vi no paraba de revisar su celular y Cameron seguía llamando a Cass sin obtener resultados.

Mike se quedo con Sam sentado en la acera mientras Vi y Cameron entraban a buscar a Cassandra que estaba sobre una mesa bailando con dos chicos que no paraban de tocarla. Al verlos Cameron la cargó en su hombro y la saco del club. La peliazul no paraba de patalear y golpear la espalda del castaño, entonces él la dejo en el suelo y sin más la besó.

Aquello nadie se lo esperaba. Cass se separó de él y le pego una bofetada.

—¡Eres un maldito idiota! ¿Crees que puedes venir aquí y joderme todo más de lo que ya estaba? —gritó e hizo una pausa esperando a que él respondiera, pero no lo hizo— Crees conocerme, Cameron. Pero no sabes absolutamente nada de mi porque si lo hicieras sabrías que yo jamás en mi putisima vida sería capaz de dañar o lastimar a la persona a las persona a las que más quiero y en quien más confió. Pero, ¿que vas a saber tú? Si estabas demasiado ocupado creyendo que si me decías lo que sentías iba a ser capaz de jugar contigo. ¿Tan hija de puta crees que soy? —él solo la miró estando a centímetros de ella— Seguro eres como el resto que cree que soy tan malditamente narcisista que solo pienso que no hay nada ni delante ni detrás de mí porque soy la mejor. Tan solo déjame decirte algo, Cameron; siempre has estado por delante de mí —se secó las lágrimas con el dorso de su mano derecha y camino por la, ahora, solitaria carretera, dejando a Cameron con la palabra en la boca.

Él iba a ir tras ella, pero Vi lo paró y corrió tras su amiga para alcanzarla. Le abrazó y dejo que llorara.

—Volvamos a casa. Esto fue mala idea —entré sus brazos la de ojos grises asintió— Lo siento tanto, Cass. Esto es mi culpa. Nunca debimos haber venido a Hollywood.

Cass no dijo nada y se separó de ella.

—Tan solo volvamos a casa —tomó la mano de Vi y siguieron caminando por la acera.

[corregido.]

Sweet SixteenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora