8.

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Mientras Victoria las registraba en el motel le dijo a Cassie que despertara a Sam que aún se encontraba dormida en el auto.

Volvió al auto y desde el asiento del copiloto comenzó a golpear el brazo de Samantha, pero ésta ni se inmutaba, comenzó a golpearla más fuerte pero nada. Así que se acerco a su oído.

—¡Samantha! —le gritó tan fuerte que la ojimiel cayó al piso golpeándose la cabeza.

—Mierda. ¡Maldita hija de perra! —se quejó mientras Cass no paraba de reírse— ¡Estúpida!

—Ya, solo fue un gritito.

—Sí, claro, pedazo de idiota —volvió al asiento del copiloto y salió del auto tomando su mochila.

—No exageres. Ya no aguantas nada —se subió a la espalda de su amiga y entraron al edificio.

—Habitación 18, dos camas sencillas —el recepcionista le entrego las llaves a Vi.

—Gracias.

—Disfrute su estancia —dijo aburrido y volvió a ver su programa en una pequeña televisión bajo el mostrador.

Subieron al ascensor y Cassie bajó de la espalda de Sam, llegaron al piso 7 y bajaron. Llevaban sus mochilas repletas de cosas, las tiraron en el suelo y Vi se tiró sobre una cama.

—¡Estoy agotada! Solo quiero dormir —se acomodó y se arropó de pies a cabeza.

—Vi, mueve tu flacucho trasero y ayuda a juntar las camas —dijo Sam rodando la mesita de noche que había entre las dos camas al otro lado de la habitación.

—¡Ni de chiste! Estoy muy cómoda aquí —habló bajo las sabanas.

—Te juro que si no te mueves cortare tu cabello tan corto como el de Miley Cyrus mientras duermes —la amenazó.

—¡Quiero ver que te atrevas! —se sentó.

—Mierda. Cállense ya —habló, por fin, Cass tomando agua de su botella— Tú no le vas a cortar el cabello y tú te vas a levantar a rodar las camas.

—Vale —dijeron al unísono.

Juntaron ambas camas haciendo una improvisada "cama matrimonial" Victoria volvió a acostarse adueñándose de casi toda la cama y luego de un rato Sam la siguió. Mientras ellas dormían Cassie se quedó sentada en la ventana.

La vista no era mala, las luces iluminaban todo. Tomó el celular de Sam buscando entre su lista de reproducción algo que le gustara, pero no encontró nada. La ojimiel se limitaba a escuchar solo rap y música electrónica. Dejó el celular en su lugar y se decidió a dormir también. Se acomodo en el medio de sus dos amigas y se quedó dando vueltas en la cama.

Estaba enojada con Cameron, por no contarle que se drogaba, ni siquiera le importaba lo que había dicho de último. Aunque le había dolido en el momento. Es que, ¡ella era su mejor amiga! Y él no había confiado en ella, eso dolía mucho más. Pero, ¿cuántas cosas no le había ocultado ella al ojiverde? No le había contado sobre la desaparición de Benjamin, ni de los videos y mucho menos que sabía donde había estado en todo ese tiempo. ¿Cómo no iba a saberlo si había sido por su culpa? Volvió a ponerse de pie y alcanzó la botella de agua que había dejado en la mesa de noche. Se sentó en el suelo abrazando sus piernas. Aquello la estaba torturando y ya no sabía que hacer con eso.

Antes de darse cuenta se encontraba golpeando sus muslos de una manera desesperada. Era la segunda vez que lloraba en el día. Eso era un récord. Sus sollozos despertaron a Sam y a Vi que se acercaron rápidamente a ella haciendo que dejara de golpearse.

Sweet SixteenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora