17.

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Cuando la clase acabó Sam tomó sus cosas y fue directo a la clase de Química, se sentó en un banco vacío y respiró profundo. Su cabeza estaba hecha un lío.

Giró la cabeza para ver a un chico castaño mirándola curioso, sus ojos eran de un azul muy claro, y le estaba diciendo algo, pero ella ni siquiera pudo escucharlo.

—¿Disculpa? —dijo apenada.

—Te preguntaba si te encuentras bien —la pelilila asintió.

–Sí. ¿Te conozco de algún lado?

—Algo así. Estuvimos juntos la noche del cumpleaños de Emma Scott.

—Oh, ya me acuerdo -—rió— Te vomite encima.

—Sí, ese fui yo —sonrió.

—Tu nombre es Nick, ¿cierto? —él asintió.

—Y tu eres Samantha.

—Dime Sam, pero nunca Sammy. Es un apodo odioso.

—Está bien, Sam.

—Esto es incómodo, no suelo encontrarme con chicos con los que me he acostado.

—Yo tampoco. Digo, chicas, tu entiendes, ¿no? —ella rió.

—¿Tienes con quien estar en receso?

—Sí, pero no importara si no lo hago un día.

—Genial —le sonrió y se giró a mirar al maestro que se encontraba explicando algo sobre las fórmulas químicas.

A la hora del receso se encontró con Nick y caminaron juntos hacia la cafetería. Todos estaban en una mesa, Michael sentado junto a Cameron que tenía a Kate en sus piernas, Vi comiendo una hamburguesa, Cass mascando chicle y Lauren dibujando concentrada.

Se acercó a la mesa y presentó a Nick, todos parecían bastante indiferentes a ellos menos Michael, que los miraba casa 20 segundos. El castaño rozo los dedos de Sam por encima de la mesa como un gesto cariñoso y eso fue el detonante para que Mike explotara y se levantara de la mesa llevándose a Sam del brazo con él.

—¿Qué diablos ocurre contigo? —se zafó de su agarre.

—Eso es lo que te pregunto yo a ti.

—Veras que me pasa: todos los malditos días llegas a mi casa y follamos, siempre despierto y no estas, llegó a aquí y me enteró que te estas follando a la puta de Natalie en el baño.

—No sé de que carajos te quejas, Samantha. Te has acostado con la mitad del alumnado masculino y yo no me pongo como un jodido histérico.

—No, pero te pones histérico porque un chico roza sus dedos con los míos.

—Una cosa es follar sin compromiso y otra muy distinta es que te miren como yo lo hago, eso sí que no puedo soportarlo. Mierda, ¿es que no lo ves? Estoy malditamente enamorado de ti.

—Y es por eso que estás jodido —respondió mirándole a los ojos y volvió a la mesa sentándose junto a Nick.

Al hacerlo vio de inmediato pasar a Michael dirigiéndose a la mesa de Natalie, cuando llegó, tomó a la chica de la cintura y juntó sus labios en un beso desesperado. Algunos en la cafetería se giraron a ver a Sam soltando un "Uhh" o risitas, ya que se suponía que ellos dos estaban saliendo.

Sweet SixteenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora