⌲•°; Son Chaeyoung y Myoui Mina, llevan cuatro años de matrimonio, pero cuando algo se lleva una parte de sus vidas, tendrán que saberlo afrontar, de no hacerlo... podrían perder más que eso. ⸃⸃
␥ No está en la saga.
␥ Historia, portada e idea ori...
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Mina estaba sentada en su oficina, revisando el trabajo de publicidad. Terminó aceptando aquel diseño colorido por el pasante. Pero sus manos temblaban y ciertamente, tenía una sensación de miedo, no había sabido nada de Chaeyoung. El lápiz chocaba continuamente contra la mesa. El sonido de la puerta dio aviso de la llegada de Seoku.
— ¿Me llamó, CEO Myoui? —cuestionó muy cortés, siempre fue un hombre bastante serio y más en su trabajo, pero la moral era clave en lo que era él y nunca podría abandonar aquello.
— Uhm... Sí. Necesito que le avises a Kim ji que aplace el lanzamiento de Adidas en la tienda central de Busan...— comentó escribiendo en su computadora, las teclas parecían una melodía indeterminada.
— Bien, Señora Myoui. ¿Algo más? —interrogó el hombre mientras parecía anotarlo en un Ipad.
Mina se quedó dudando, pero al final desistió todos sus pensamientos— No, así está bien.
— Entendido —el hombre apagó la pantalla del aparato, pero se quedó sentado en el asiento de al frente. Mina dejó de revisar los papeles para subir su cabeza.
— Seoku... ¿Pasa algo? —puso los papeles a un lado de la mesa y cruzo sus brazos para verle de una manera curiosa, pero no fuerte.
— ¿Cómo va con la joven Chaeyoung? —la cara de Seoku seguía sin quitar lo serio que era.
— ¿Disculpe?
— ¿Cómo va con Chaeyoung? —Mina estaba realmente confundida, el hombre claramente siempre fue limitado y si hacía algo, era bastante discreto o no tan relevante— ¿Me ha escuchado?
— ¿Usted está casado, Seoku? —el hombre asintió. La japonesa sabía a qué iba el tema así que decidió no acortarlo. ¿Seoku podría ser un amigo? Tal vez era mucho mayor que ella y su relación era netamente profesional. Tenía mucha más experiencia en la vida.
— Sí, llevamos veintidós años de casados, adoro a mi esposa, Señora. El matrimonio no es fácil, para nada... ¿Sabes qué he hecho para llevarlo de una buena manera? —la nipona vio con atención— Primero que todo es la comunicación. Mina, verás, la felicidad no es la inexistencia de los problemas, para nada, la felicidad es la capacidad de lidiar con ellos —sacó una manilla, esta parecía tener un tipo de frasquito muy pequeño. Arrancó un pedazo de papel, pero no uno blanco común, era tipo periódico—, el amar no es fácil. Pero espero recuerdes siempre esto: "Cada problema tiene en sí las semillas de su propia solución. Si tú no tienes ningún problema, no recibes ninguna semilla."
Enrrolló el pequeño papel, con cuidado lo metió en el frasquito y se acercó a la japonesa. La miró y señaló su pierna. Mina no estaba entendiendo mucho lo que quería hacer. Levantó su pierna y Seoku, con una confianza manifesta, alzó el pantalón de la chica, dejando parte de su pierna descubierta. La japonesa se turbó un poco, pero descansó cuando notó como el hombre envolvió su tobillo con la manilla.