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Por otro lado, Mina rondaba por su casa, llena de recuerdos

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Por otro lado, Mina rondaba por su casa, llena de recuerdos. No recordaba como llegar, lo reprimió de su memoria para no tener bajones.
Pero ahí estaba de nuevo, pasó de largo por la sala, no quería ver, los recuerdos parecían pesas, casi se podía oler en las motas de polvo. Su habitación estaba cerrada con llave y la abrió con lo que le había dado su padre. Paredes blancas y moradas, carteles de ballet, algunos posters de 2PM, una banda que le gustaba cuando era más joven. Su cama con una ligera sábana blanca, su escritorio lleno de polvo, su armario corredizo de un color oscuro. Habían detalles rosa y muy femenimos. Abrió con cuidado su pequeño clóset, todavía había ropa que recordaba y a la vez no, estaban muy olvidados. Recordó la vez que su mamá le recordó que no esperaban que fuera así. Por eso sus padres no esperaban que a ella le gustasen las chicas, ella nunca demostró los retrógrados estereotipos, podría decirse que su imagen era muy heterosexual; una chica delicada, afeminada y bella. Mina bufó, ella no debía demostrar aquello, no tenía nada que ver. Era lo que más coraje le brumaba.

A la mierda los estereotipos. ¿Qué tenía que ver que le gustase ponerse vestidos a que le gustaran las mujeres? Eso no manejaba su parte sexual.

— Qué estúpido —exclamó. Cerró de nuevo su armario y abrió los cajones. Escurrió la mano por sus documentos y encontró lo que buscaba, no se alegró como debía, no era algo que necesitara para hacerla feliz, al contrario, eso contribuía a su divorcio. Pero había un papel color menta que sobresalía con un pequeño sello rosado.

Creía recodarlo. Lo tomó y se sentó en su anterior cama, hubo un pequeño chirrido al hacerlo, como siempre lo hizo cuando vivía con sus padres. Ignoró eso cuando abrió el dobladillo del papel color hierbabuena pero con un olor de fresas. Unos pequeños dibujitos de una muñequita hicieron traerle importantes recuerdos. Era una carta de Chaeyoung, cuando estaban enamorándose.

"Uhm... La verdad no sé qué decirte, Minari. Siempre he sido una chica muy penosa en cuanto el amor. Pero, me ha gustado mucho el conocerte. Podría jurar que eres mi primer amor, me gusta mucho tu forma de amarme, lo mejor es que yo también lo hago. Hoy salimos a caminar un poco y pude ver como el aire desordenó tú pelo, haciendo que chocara con tu rostro. Fue muy gracioso como luchabas con él, parecías odiarlo, pero yo lo amé, porque te veías... muy linda.

¡Oh, Mina! ¡Esto es tan vergonzoso! ㅋㅋㅋㅋㅋㅋ.

Bueno... tengo que seguir con mi clase de pintura pero no evité pensar en escribirlo. Si no lo hacía, ¡no iba a poder sacarte de mi mente de nuevo como ya es recurrente! Oh... Esto me vuelve a dar mucha pena, Mina-unnie. ㅋㅋㅋ

Te amo. Come bien y cuídate mucho".

Mina sonrió y acarició la carta. Volvió a doblarla y la llevó a su pecho con una sonrisa triste. La guardó en su bolso, junto con el documento que necesitaba. Parecía sentirse lista para irse, pero antes tomó una hoja color verde menta que tenía entre sus cuadernos, la recostó en su anterior escritorio antes de sacudirlo un poco, definitivamente necesitaba limpiar un poco. Miró a su alrededor, había un pequeño cofre donde guardaba materiales, abrió el broche de metal y tomó entre sus manos el esfero. Mina sabía que debía hacer una carta, no estaba del todo segura si se la mostraría, pero sentía que quería y era una necesidad utópica. Terminó de escribirla y lábilmente fue a dar a su bolso. Estuvo a punto de salir cuando el mismo pájaro amarillo sacó un melodioso canto. 

Mina se acercó y el pájaro se alejó un poco, pero seguía sin irse. Como siempre, Mina tenía un pequeño pasabocas de frutos secos, así que los sacó y arrastró al centro de su palma para darle, amistosamente el animal aceptó y daba pequeños picoteos en su diestra. Tenía un hermoso color amarillo, y no se había marchado. 

 — ¿Mina? —Sana entró, alertando a la nipona y al ave que fugaz dejó la palma donde estaba comiendo—. ¿Qué hacías? No sé si te moleste, sólo que estabas tardando bastante, por esa razón... No sé... Me asusté —la chica se acercó y puso una mano en su hombro con cuidado y una sibilancia se deslizó por sus puros pulmones—. De verdad.

— Lo siento —desvió la mirada algo apenada. Está en una situación horripilante, ¿Cómo puede molestar a Sana de esa manera? —. Sólo me quedé clavada en estos recuerdos... —acarició la tela de su cama y quitó algo de polvo—, Sabes que hace mucho no volvía. 

— Lo comprendo. Lamento haberte interrumpido —pasó su mano dubitativamente detrás de su nuca, acariciándola, pero más parecía que estaba arrastrándola con sus uñas. Para Sana, el bienestar y tranquilidad de Mina era importante ahora, nos sabía de qué era capaz y más subrayando sus problemas.

— ¡¿Qué dices?! —la japonesa intentó quitarle importancia. Agitó en un desdén su brazo, tenía aún su anillo puesto. — Discúlpame a mí —tomó sus cosas y se hizo en el marco de su antigua puerta. Sólo quería calcar su pasado y saber dejarlo. Sana sonrió y salió detrás de Mina. La casa de la japonesa era realmente como la recordaba, casi parecía una fotografía de lo similar que estaba, como si nunca hubiera avanzado en el tiempo, sólo algunos mínimos e insignificantes cambios. — Vamos a ver a Momo hoy, ya que mañana me devolveré a Corea, Sana-chan —pasaron por la parte de la tienda y vieron al padre de Mina, de nuevo. 

La chica sólo apretó sus labios y pasó sus manos entrelazadas hacia delante. Sana se hizo al lado de Mina cuando el hombre las detuvo. 

— Mina... Uhm. Yo... Toma mi tarjeta, de verdad quisiera hablar contigo, sólo hazlo cuando te sientas preparada —de su pequeño bolsillo de jean tomó una tarjeta color perla marino con su nombre y números palpados. La estiró y Mina algo dudosa, la tomó.

— Yo... la verdad no estoy segura si-... —El padre de Mina, apretó su cejo mientras negaba desmesuradamente. La miró a los ojos directamente y con algo de suplicio. 

— Por favor. Sólo te pido que lo pienses... Nada más. ¿Sí? —al final, Mina la enredó entre sus cosas y terminó dándole una pequeña posibilidad. El hombre las despidió algo incómodo, y Mina igual, hace mucho no lo veía y no esperaba que el reencuentro fuera así de ordinario. 

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En la tarde subo el siguiente capítulo. ❤️

-Anónima.

❛❛The last piece❜❜ |  ೃ Michaeng.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora