this is a family
segunda parte del suicido de cybelle weasley
josefina ©2021Molly Weasley había vivido muchas penas durante toda su vida.
Cuando nació Cybelle, la primera mujer de la familia, la vida de Molly se iluminó. Cybelle Rose era la consentida de sus padres. Desde los seis años, Cybelle mostro una actitud astuta, desafiante, orgullosa, y además molestaba a sus hermanos.
Parecía una Slytherin.
Cuando Cybelle, Fred y George cumplieron los once años, abordaron el tren que los llevaría a Hogwarts. Durante el trayecto, Cybelle conoció a Blue Jean Potter. Cybelle estaba feliz de conocer a alguna chica que no sea Ginny o su madre. Blue era extremadamente amable, y cuando a Cybelle le dio ansiedad y se puso a llorar, Blue la abrazó y consoló.
Llegaron a Hogwarts y Cybelle sentía su respiración más acelerada de lo habitual.
La selección dio inicio y no fue sorpresa que Blue Jean quedara en Gryffindor. Llegaron a la «W», llamaron a Cybelle primero. Nerviosa, Cybelle se adelantó entre la multitud y se sentó en el taburete. Aquella palabra que gritó el sombrero sería la principal causa del rechazo de su familia.
―¡SLYTHERIN!
Cybelle se sentó en la mesa, lo más alejada de los demás.
Los años pasaron, y era el turno de su hermano Ronald de entrar a Hogwarts. Desde ese año, la mala suerte perseguiría a su hermano y sus dos amigos. No fue sorpresa para Blue que Cybelle tuviera más ataques de pánico.
El verano de 1992, Cybelle decidió hacer algo que llevaba tiempo pensando. Iba a salir del closet con su familia. La mañana que había escogido, bajó las escaleras y aparte de ver a su familia, vio a Blue y a Harry.
―¿Qué nos querías decir? ―quiso saber Molly, algo dura al hablar.
Cybelle tragó saliva. Observó a Blue, que también estaba presente, y se armó de valor.
―Soy homosexual ―expresó.
Todos, menos Blue, se quedaron mudos. Molly fue la primera en hablar.
―¿Estás segura, Cybelle? ¿No estarás confundida?
Aquellas palabras afectaron a Cybelle más de la cuenta.
―No estoy confundida, estoy completamente segura que me gustan las niñas.
Dicho esto, Cybelle se levantó de su asiento y se fue a su habitación. Estuvo allí un largo rato, hasta que oyó la puerta y dijo «pase». Blue apareció por la puerta y se sentó en la orilla de la cama de Cybelle.
―Eres muy valiente, ¿sabías? ―alagó Blue a Cybelle.
―También eres valiente, Blue ―le aseguró Cybelle.
―No lo creo, porque también me gustan las mujeres ―confesó Blue.
Cybelle no lo pensó dos veces antes de abrazar a Blue.
―Bienvenida al club, Blue Jean ―se rio Cybelle, olvidando por un momento el miedo que sentía por las cosas que pudiera decir su familia.
A la mitad de ese curso, Blue se armó de valor y le pidió a Cybelle que tuviera una cita con ella, en un lugar que nadie visitaría. Cybelle accedió con la única condición que eso se mantenga en secreto.
Finalmente llegó su quinto año, y después de los sucesos aquel día que Cybelle Rose Weasley decidió acabar con su vida usando pastillas muggles.
La familia Weasley y Blue aún no saben del suicidio de Cybelle.
Snape apareció en el Gran Comedor, con la familia Weasley que ya no estudiaba detrás suyo. Ron y Ginny se levantaron a abrazar a su familia. Luego de abrazos y palabras, Snape les indicó que se callaran.
―Los cité aquí a su familia y amigos para darles una muy mala noticia... Cybelle Weasley está... muerta.
El primer grito que se oyó salió de los labios de Blue Jean. Luego Harry se acercó a ella a consolarla porque se había puesto a llorar.
―¿Por qué te afecta, Blue? ―se interesó Ginny con curiosidad.
Blue suspiró.
―Cybelle era mi novia ―confesó. Con Cybelle muerta no encontraba por qué seguir guardando ese secreto.
Molly también llorada, abrazada a Arthur, mientras se lamentaba haber sido tan mala con su hija. Ron tenía muchas ganas de llorar, pensando por qué había tratado tan mal a su hermana, solo por pertenecer a Slytherin. Fred y George estaban mudos... si tan solo se hubiesen dado cuenta que su hermana la estaba pasando mal...
Pero Blue recordaba algo que le había dicho Cybelle.
«Si llego a morir, quiero que no pases todos los días pensando en mí, supérame, pero yo nunca dejaré de amarte.»
Así que solo le quedaba seguir adelante