do u have a boyfriend?
ginny weasley x lyra black
josefina ©2021Ginevra (Ginny) Weasley nunca había dudado de su sexualidad. Incluso sabiendo que nunca había tenido novio, Ginny aseguraba que era heterosexual.
Sin embargo, con once años, conoció a Lyra Black, una chica de largo cabello negro y ojos grises. Muy bonita en realidad. La sorpresa fue que Lyra estaría en el mismo curso que Ginny, así que se podría decir que Ginny ya tenía una amiga.
Durante la selección de casas, Lyra fue seleccionada en la casa de Gryffindor y conoció a los hermanos mayores de Ginny; Fred, George y Percy Weasley.
―¿Han visto a Ron? ―preguntó Ginny a sus hermanos.
Los tres negaron con la cabeza.
―Tampoco está Harry ―observó Percy.
Ginny hizo una mueca y miró la puerta, esperando que entraran Harry y Ron.
Ese año fue complicado para Ginny, pues fue controlada por el diario de Tom Riddle, ahora conocido como lord Voldemort. Cuando Ginny estuvo sana, Lyra fue la primera en visitarla en la enfermería. Ginny se sonrojó cuando Lyra la abrazó fuertemente. Ginny se dio cuenta que Lyra estaba llorando.
―No llores, Ly ―pidió.
―Temía que murieras, Gin ―murmuró Lyra, sonrojándose, tal vez demasiado.
El tercer año, Ginny fue una de las únicas personas que no insultaron a Lyra por ser hija del famoso "asesino" Sirius Black. La amistad entre Ginny y Lyra era fuerte, y se contaban casi todas las cosas.
Casi todas, porque había algo que ninguna tenía el valor de decir, aquel detalle era su sexualidad. Lyra creía que era lesbiana, y Ginny creía que era bisexual. No se decían eso mutuamente porque las dos creían que la otra lo tomaría a mal.
Llegó el cuarto año, y Harry explicó a Lyra la verdad sobre su padre, y Lyra se lo contó a Ginny con la única condición que no le dijera a nadie. Nada malo pasó ese año, aparte que se realizó el torneo de los tres magos, y Harry Potter fue seleccionado.
Lyra apreciaba mucho a Harry, no sabía por qué, pero lo apreciaba.
El verano de 1995, Lyra fue a quedarse con su padre en Grimmaul Place. Cuando entró a la casa, corrió y abrazó con fuerzas a Sirius.
―Te extrañé mucho, pa' ―confesó Lyra cuando se separaron.
Sirus sonrió.
―Mírate, estás más alta ―le comentó.
―Tu pelo está más bonito ―observó Lyra.
―Mi pelo siempre es hermoso, Ly ―se burló.
Lyra rodó los ojos.
―Ah, olvidé decirte, mañana llegan los Weasley con Hermione ―informó Sirius, sentándose en la silla frente la mesa―. Ven, siéntate, ¿quieres algo para comer?
Lyra lo pensó un momento.
―Ahora mismo, unas donas ―contestó Lyra finalmente.
―Uhm, ahora me dieron ganas de comer donas también ―se quejó Sirius.
―Le voy a pedir a Kreacher que haga donas ―dijo Lyra, levantándose de su silla. Llamó a Kreacher y le pidió que hiciera donas―. Gracias, Kreacher,
Dicho eso, volvió a sentarse.
―No entiendo como le caes bien a Kreacher ―se quejó Sirius.
―Porque yo no lo trato mal, papá ―respondió Lyra, como si fuera obvio.
A la mañana siguiente, Lyra se levantó temprano para recibir a Ginny. Bajó es escaleras y se sentó en la cocina a esperar. Unos diez minutos más tarde, Sirius abrió la puerta y entraron los Weasley acompañados de Hermione.
―¡Gin! ―exclamó Lyra, abrazando a Ginny.
―¡Ly!
―Te extrañé ―se quejó Lyra, algo dramática.
Ginny se rio.
―Nos vimos el mes pasado, ¿te acuerdas? ―se burló.
―Vamos, el almuerzo debe estar hecho ―invitó Lyra.
Cuando llegaron a la cocina, Lyra se sentó al lado de Ginny. El almuerzo fue agradable, hasta que Sirius empezó a hablar.
―Lyra, no te lo he preguntado pero, ¿tienes novio?
Lyra se atragantó con su propia saliva y empezó a toser repetidas veces. Ginny le palmeaba la espalda para ayudarla. Cunando ya pudo respirar, miró a su padre y le respondió:
―No tengo novio.
Sin poder evitarlo, la mirada de Lyra se desvió a Ginny. Lyra pensaba que Ginny era muy bonit- Alto, ¿Qué estaba pensando? ¿Por qué pensaba que Ginny era bonita? O sea, lo era pero... ¿Será que le gusta Ginny?
―¡Lyra!
El grito de Sirius la sacó de su trance.
―¿Qué pasó? ―preguntó Lyra.
―Te quedaste mirando la pared por unos minutos ―explicó Ginny.
Oh, su voz. A Lyra le agradaba oír la voz de Ginny. Cuando ella tenía pesadillas, Ginny la dejaba dormir con ella, y Lyra dormía tranquilamente abrazada a Ginny.
La charla acabó y Lyra se levantó de la silla y se fue a su habitación sin decir alguna palabra. Ginny se preocupó, así que siguió a Lyra y entró con ella a su habitación. Ginny se alarmó al ver la mirada vacía de Lyra.
―¿Qué pasa?
―Creo que me gustan las mujeres ―confesó Lyra, sintiendo su pulso acelerarse y sus mejillas calentarse.
―¿Y cual es el problema? Si eres lesbiana, yo te respeto ―explicó Ginny, abrazando de lado a Lyra.
«Sí, pero me gustas tú, Gin». Aquel pensamiento invadió a Lyra, la cual no sabía si decirle o no decirle a Ginny que estaba loca por ella. Sin embargo, Ginny abrió la boca y dijo algo que Lyra jamás olvidará.
―Yo creo que soy bisexual ―confesó.
Una sonrisa se extendió por los labios de Lyra y las dos se dieron un abrazo.
―Pero, hay algo que siento... y es de quien estoy enamorada ―comentó Ginny.
―Yo igual... ¡Ya sé! Digamos el nombre de la persona que nos gusta a la cuenta de tres... uno, dos, tres...
―Tú.
Las dos se miraron sorprendidas.
―¿Te gusto y tú me gustas? ―murmuró Ginny, frunciendo el ceño ligeramente―. Deberíamos intentar algo juntas. ¿No te pa-...?
Ginny no pudo terminar, porque Lyra la estaba besando, en los labios.