𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓 𝐕𝐈, harry potter

776 26 1
                                    

latina
harry potter ft. valentina moreno
©2021

Valentina Dalia Moreno era, según la mayoría, muy grosera.

Valentina se encargaba de defender a sus amigos y a sus compañeros de casa, osea, Gryffindor. Ella se sabía una cantidad exagerada de insultos, tanto en inglés como en español. Algo que la hacía especial, era su procedencia latina. 

La madre de Valentina, Mónica García  era nacida en Chile, y su padre Leonard Moreno era nacido en Inglaterra. Mónica y Leo se conocieron cuando Mónica entró a Hogwarts.

Pero Valentina no conoce a su papá.

La apariencia de Valentina era lo que más llamaba la atención: su cabello de café oscuro con apariencia de negro. Sus ojos eran azules, herencia de su padre, y era algo baja para su edad. 

Valentina tenía tres mejores amigos; Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger. Los cuatro eran inseparables. En el grupo Valentina era la encargada de levantarle los ánimos a los tres. 

El segundo año fue algo extraño. Ella y Hermione habían descubierto que lo que estaba atacando a estudiantes era un Basilisco. Al enterarse de eso, Hermione tomó la hoja en donde salía todo sobre el Basilisco, la arrugó y la puso en su puño. Valentina, por otro lado, tomó su espejo de mano y salieron de la biblioteca. Gracias a esto, pudieron ver el reflejo del Basilisco, y no el Basilisco en sí.

Aquel día, Harry supo que Valentina le importaba más de la cuenta.

Cuando los petrificados fueron llegando al Gran Comedor, Harry se levantó de su asiento y corrió a la entrada. Al ver que Valentina no había salido, caminó a la enfermería y la vio... 

Una sonrisa se extendió por el rostro de Valentina cuando vio a Harry. Valentina se acercó a Harry con una sonrisa y extendió sus brazos para abrazar a Harry. Al momento de separarse, Valentina se armó de valor e hizo algo que había querido desde hace semanas.

Harry le correspondió sin saber que hacer realmente. No sabía que es lo que estaba pasando. No le molestaba, porque puede que también haya fantaseado con besar los labios de Valentina. Alto, ¡¿QUÉ?!

Joder, Valentina era su mejor amiga, no podía andar pensando esas cosas. ¿O sí? ¿Por qué ella lo había besado? ¿Acaso ella también fantasea con sus labios? 

A pesar de estar confundido, una espléndida sonrisa decoraba sus bonitos labios.

Finalmente, Harry logró pronunciar algo:

―¿Qué fue eso?

Valentina pareció dolida por la pregunta.

―¿No te gustó?

―Sí me gusto... pero... ay, no sé ―balbuceó Harry, sonrojándose cada vez más.

Valentina no pudo aguantarse, y estalló en risas. Pronto, Harry se uniría al momento chistoso. Valentina pasó uno de sus brazos por los hombros y los dos caminaron hacia el Gran Comedor.

El verano de 1993 fue genial para ambos. Se mandaron cartas por casi todo el verano, y cuando Harry escapó de casa, Valentina fue a verlo al caldero chorreante. Harry estaba feliz de ver a su novia. Aunque Valentina no parecía agradarle el término "novia", ella usaba el término "polola". 

Lo malo sucedió en el tren, cuando dementores atacaron su compartimento, causando que todos los malos recuerdos de Valentina se volvieran más recientes, más vivos, así que lloró. Cuando Harry despertó, Valentina no se dio cuenta y siguió llorando.

―Valen ―dijo Harry, preocupado. La mencionada tragó saliva―. Ven.

A Valentina le encantaba abrazar a Harry, y ocultar su cabeza en su pecho, mientras Harry le acariciaba la cabeza. En el momento que Valentina estaba acomodada, oyó la suave risa de Hermione.

―Son tan tiernos ―sonrió, en un tono algo chillón.

Valentina se sonrojó ligeramente, pero Harry tenía las mejillas muy rojas, como si estuviera enfermo. 

Remus Lupin vio a Valentina y el recuerdo de su amiga Mónica llegó a su cabeza.

Cuando llegaron a Hogwarts, Valentina supo que ese año iba a ser divertido.

Las clases con Lupin fueron las mejores que Valentina haya tenido, pero sus ánimos de tener un año tranquilo cuando Sirius Black intentó entrar a la sala común. Clases difíciles, Harry en peligro de muerte por caer unos varios metros y por Sirius Black.

Cuando Valentina y Harry se enteraron de la traición de Sirius Black, Valentina estuvo casi dos horas consolando a Harry, hasta que ambos se quedaron dormidos en uno de los sillones de la sala común.

Harry y Valentina prontamente se convertirían en la parejita de oro de Hogwarts. Algunas chicas admiraban a Valentina por estar con el famoso Harry Potter, mientras que algunos chicos admiraban a Harry por estar con la chica más cool de todo Hogwarts.

El día que Buckbeak iba a ser ejecutado por atacar a Draco Malfoy, Harry, Ron, Hermione y Valentina fueron a visitar a Hagrid antes de todo, sin embargo, tuvieron que salir y ver la ejecución a lo lejos. 

De pronto, Scabbers mordió a Ron y un perro negro arrastró a Valentina hacia un agujero al lado del sauce boxeador. Cuando el perro la dejó, Valentina vio con terror la cara de Sirius Black. Luego aparecieron Harry, Ron y Hermione.

Sirius habló un poco antes que Lupin apareciera. Los dos explicaron la verdad sobre la muerte de James y Lily Potter. Valentina se recostó en la pared, con un fuerte dolor en su pierna izquierda.

Por un momento, Snape amenazó a Sirius y Lupin, pero Harry y Ron le lanzaron un expelliarmus, causando que chocara y se desmayara. Sirius y Remus hicieron que Scabbers volviera a su forma original, osea, Peter Pettigrew.

Cuando ya salieron, Hermione ayudaba a Valentina a caminar sin caerse. Pero algo pasó: Lupin no había tomado su poción y era luna llena. Ron intentó cubrir a Valentina, pero Pettigrew hizo que este cayera y rodara unos metros, rompiendo su pierna.

Sirius se transformó en perro y Snape protegió a Harry, Ron, Hermione y Valentina, impidiendo que Lupin les haga algo. Sin embargo, Valentina y Ron cayeron desmayados por el dolor.

Al abrir los ojos, Valentina vio a sus amigos y oyó un grito:

―¡MIRA WEÓN SI NO ME DICES DONDE ESTÁ MI HIJA, TE PARTO LA CARA!

La puerta se abrió de golpe, y Mónica García entró al lugar con una expresión que daba miedo. Ella miró las camillas y al ver a su hija, se acercó a ella.

―Mami, ¿qué pasa? ―preguntó Valentina coz voz dulce.

Snape entró al lugar.

―Tu hija es una cínica, García.

―Si vuelves a decir algo de mi hija, Quejicus, te voy a hacer levitar con una pata'a en la raja ―siseó Mónica, mirando mal a Snape.

―Sigues igual de dulce ―se burló Snape, sarcásticamente.

―Mira, Quejicus, párale tantito que no estoy aquí pa' tus webeos ―espetó Mónica con una sonrisa algo cínica.

Snape soltó un gruñido y salió. Una media hora después, Snape apareció gritando que Harry había hecho escapar a Sirius. Luego de varios gritos, Mónica volvió a alzar la voz.

―¡Cállate de una puta vez conchetuma're, que no tení' porque andar gritándole a niños como si tuvierai' diez! Madura de una vez, que parecí' un cabro chico, weón ―habló Mónia más rápido de lo que usualmente habla.

Valentina se rio entre dientes, amaba a su madre.

HARRY POTTER ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora