his daughter
lily's history
©2021Severus Snape era, lejos, el profesor más temido de todo Hogwarts. No solo eran sus clases difíciles, o su mala actitud hacia los Gryffindor, si no que era su apariencia. Su constante ceño fruncido y esa mirada de te voy a matar, lograban que la materia de Pociones sea la más temida.
Era 1993 y los estudiantes de tercer año estaban en una clase de Pociones. Gryffindor y Slytherin en un solo salón. Por suerte, Snape sabía como manejar a sus estudiantes.
Harry Potter estaba sentado con Ronald (Ron) Weasley y ambos estaban haciendo la poción pedida en un solo caldero.
Por otro lado, Snape revisaba algunos ensayos que había pedido para esa clase. Habían cosas tan ridículas, y como siempre, Hermione Granger había entregado un buen ensayo, aunque jamás lo diría.
De pronto, la puerta del salón se abrió.
Una niña de largo cabello negro y ojos azules, con una mirada divertida.
―¿Qué haces acá, Lilianne? ―gruñó Snape―. ¿Y que haces con el uniforme de Gryffindor?
La muchacha se rió un poco antes de responder:
―Hola, pa'. Tuve una pelea en mi anterior colegio y me expulsaron, así que la directora me dijo que podía ir a Hogwarts. Y sobre el uniforme... Quedé en Gryffindor ―explicó.
―¿Pa? ¿Es su hija? ―susurró Harry a Ron.
―Eres una irresponsable, Lily ―gruñó Snape.
―Me lo dicen mucho ―se burló Lily―. En especial la estúpida de Selwyn.
―Siéntate, no hagas nada, y tú y yo hablaremos después de clases. ¿Entendido? ―gruñó Snape.
―Claro como el agua ―dijo Lily mientras tomaba asiento al lado de, sin saberlo, Harry y Ron―. Hola ―susurró―. Soy Lily.
Harry y Ron compartieron una mirada antes de seguir con su poción, pero Lily no parecía querer quedarse callada.
―Está mal ―observó Lily―. Eso se añade después y debes revolver tres veces a la derecha, no a la izquierda.
―¿Qué te dije, Lily? ―espetó Snape al oír a su hija hablar.
―Que no hiciera nada ―recitó Lily―. Pero lo estaban haciendo mal y lo más probable es que haya explotado.
Snape simplemente la ignoró.
Finalmente la clase dio termino, y Lily se quedó sentada esperando que el salón se vaciara. Cuando ya nadie estaba allí más que ella y su padre.
―¿Quién ganó la pelea? ―se interesó Snape.
―Yo, obviamente ―respondió Lily―. Si aprendí del mejor a como defenderme.
Por un segundo, Lily podía jurar que vio a su padre sonreír.
―Ve a recorrer el castillo mejor, Lily ―le sugirió o mejor dicho, ordenó, su padre.
Lily asintió una sola vez con su cabeza y luego de despedirse, salió del salón.
No podía mentir, Hogwarts era enorme y lleno de pasillos confusos. Sin embargo, logró llegar a la sala común de Gryffindor y por suerte había un niño de primero que dijo la contraseña para entrar.
Al sentarse en uno de los sillones, Harry, Ron y Hermione se acercaron a ella y se sentaron con ella. Lily alzó una de sus cejas con una expresión que recordaba a Snape.
―¿En serio eres hija de Snape?
―No si soy hija del espíritu santo ―se burló Lily―. Obviamente soy su hija, par de alcornoques.
―¿Te llamas Lily, cierto?
La mencionada asintió con su cabeza en señal de afirmación. Harry ladeó su cabeza ligeramente, analizando las palabras de Lily,
―Emm, oye, no te ofendas, pero, ¿como eres tan amable, si tu padre es algo...?
―Amargado, lo sé ―interrumpió Lily, haciendo una mueca―. La verdad, es que soy adoptada ―confesó ella en un susurro, solo para Harry, Ron y Hermione.