7

3.8K 290 22
                                        

No podía comer mi sopa cómoda, sabía que él seguía mirándome, y además de eso, me había enojado un poco porque papá no quería irse aún

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No podía comer mi sopa cómoda, sabía que él seguía mirándome, y además de eso, me había enojado un poco porque papá no quería irse aún.

—Pide otra cosa

Negué

—Voy a engordar — me cruzé de brazos— o ¿al menos puedo irme yo?

—¿Tienes planes?

—No

—Entonces no tienes prisa

Rodé los ojos.

Había hecho mal mi jugada, hubiera dicho que sí.

—¿Por qué te quieres esperar? digo...siempre nos vamos a tal hora y ya la pasamos

Papá sacó el humo de su cigarro para después comentar :

—Ultimamente he tenido días algo... cansados...además — me miró — el último fin de semana no pude ver a mi hijita

—Se me hizo raro, pero al menos descansaste papá — sonreí para después observar de nuevo el menú — se me hace que sí querré algo más...

—Iré al WC, mientras ve eligiendo algo — comentó mientras dejaba el cigarro en un pequeño plato de vidrio, después, se paró y caminó

Yo asentí sin mirarlo ya que veía el menú.

—Quiero una piña colada...— susurré

Alzé la mirada y con la misma buscaba algún mesero.

Suspiré aliviada, uno venía a mi dirección

—Disculpe — alzé la mano

Él caminó hasta a mí, dejándome justamente un vaso de piña colada.

Fruncí el ceño

—Ehh...— no sabía qué decir — ¿No se equivocó?

—No, el hombre de la otra mesa me especificó muy bien a quién — comentó para después voltear a otro lado

Aún con mi cara de confusión, miré a la misma dirección. Era él.
Él me sonrió levemente mientras alzaba la mano con su cigarro

—Se le quitó algo de alcohol — pausó — así se ordenó

Suspiré

—Gracias

Lo miré de mala manera, él platicaba aún con sus amigos. Solamente reconocía al wero, el ligue de Helena no estaba ahí.

Tomé de mala manera el vaso y caminé hasta él, enojada.

Me paré enfrente al hombre.

Volteó a verme para después recargarse en su asiento, aún con su cigarro en mano.

—Oww, ¿vienes agradecerme mi pequeño y significante gesto?

Negué

—No quiero tus regalos — dije para después dejar el vaso de piña colada en la mesa

Él empezó reír levemente mientras negaba con la cabeza con los ojos cerrados

—¿Tiene alcohol? Pero si les dije que le quitaran un poco

—¿Tú quién eres para decidir si tomo alcohol o no? — me cruzé de brazos — no quiero nada tuyo, ¿me oíste?

—Te hice un favor...— pausó — pude darme cuenta de que casi no tomas

—Eres un...— susurré enojada para después tomar el vaso de piña colada y tirarselo encima — no te metas conmigo, idiota.

Peace |Cillian Murphy| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora