Peace |Cillian Murphy|

14

Una pequeña ráfaga de frió me había despertado.

Poco a poco fui abriendo los ojos, hasta que ví la chimenea.

Me había quedado dormida. Me senté rápidamente, estaba acostada en el sillón, me miré, tenía una cobija encima.

—Dormilona — oí

Voltié asustada.

Cillian escribía algo en su computadora

—Tranquila, he estado aquí desde que dormiste

Fruncí el ceño

—¿Qué hora es?

—Las 5:20 de la mañana

—¿¡Las 5 de la mañana?! — pregunté aturdida mientras me levantaba del sillón — ¡Llegaré tarde!

Rápidamente, me puse la chamarra

—Tranquila, acabas de despertar

—Es que no entiendes, tengo prácticas, y la puntualidad es muy importante — respondí para después tomar mi pequeña caja — adiós

—¿No piensas comer algo? Además...no te he dado tu dinero por tus amables servicios

—Me los darás después — comenté sin importancia — bay bay — alzé la mano para después correr, literalmente.

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—¿Te cayó la nevada en tu casa? — preguntó Peter mientras nos sentábamos en el comedor

Era la hora del desayuno y en lo único que podía pensar era en dormir.

—Cállate — susurré mientras dejaba caer mi cabeza en mi brazo

—Se nota que no dormiste nada

—Sí dormí pero algo tarde

—¿Qué hacías?

—El chisme con Helena — reí levemente

Vaya mentirosa era.

—¿Ya tiene novio no? Ayer por la tarde la vi con un hombre

Abrí los ojos, pero lo bueno que él no podía ver mi cara, ya que la tenía escondida en mis brazos

—Según ella, son amigos, pero quién sabe — pausé — por cierto, llegando a casa mandaré el trabajo, no tuve tiempo antes

—Descuida, yo lo envío, tú lo que deberías hacer al salir es dormir — rió

Duramos unos minutos así, hasta que ya habían dado las clases de nuevo.

Tan sólo faltaban 3 más.

🌹🌹🌹

—¿Ya enviaron el trabajo? — oímos al profesor Nicolaj

—Justamente ahora llegando a casa lo voy a enviar...— respondió Peter, tratando de contener el enojo

—Sí profesor, lo enviará Peter — bostezé

—Bien, más les vale que no hayan echo algo de trampa — sonrió levemente

—El trabajo es honesto — comenté serena

Él solamente asintió para después irse.

—Vaya cabrón

—Supéralo

—Dime la verdad...¿tienes ondas con él?

Empezé a reír, sinceramente, no sé de dónde había sacado tantas fuerzas para reír de aquella forma.

—Los viernes siempre son los días donde dices puras tonterías — paré de reír — mejor concéntrate en enviar el trabajo, nos veremos el lunes