Numero dieciseis.

8.9K 1K 25
                                    


Nunca te lo dije.

El atardecer había caído sobre nosotros en el lugar verde y lleno de árboles donde nos encontrábamos sentados sobre el césped solamente JK y yo. No había algo que nos perturbaran, ni tampoco alguien que impidiera nuestras tranquilidad y compañía, solamente estaban pájaros con su canto y la brisa chocándose contra las hojas de los árboles y nuestros cuerpos.

—¿Está todo en orden? —JK rompió el silencio preguntándome. Y yo con mis ojos cerrados y mi cara levantada sintiendo la brisa fresca, solamente gemí en respuesta—. Es extraño que solo te sientes ahi callado y sin hacer nada.

Solté un suspiro antes de contestar.

—¿A qué te refieres? Dices que soy un demonio por que quiero tener sexo, pero cuando no hago nada relacionado te parece extraño —abrí mis ojos y lo mire.

—Solo decía —desvió su mirada y llevo el cigarrillo que filmaba a sus labios dándole una calada, que finalmente soltó mirando hacia el mismo paisaje que yo observaba—. No te pregunte antes porque no quería incomodarte frente a todas esas personas de la Universidad pero... ¿puedo preguntar por qué tienes el rostro así? ¿Alguien te hizo algo? Porque si fue así, yo podría hacer algo al respecto, solo tienes que pedi...

—No, no fue alguien extraño. —lo interrumpí—. Lo qué pasó fue...

Si le decía esto lo estaría entrometiendo en mi vida privada, y hasta el momento he sido muy cuidadoso con el tema. Llevamos casi dos meses manteniendo relaciones sexuales, además de compartir un par de momentos "profundos". Tal vez se merecía saberlo.

—Anoche tuve una discusión bastante acalorada con mi padre —conteste finalmente, y me recosté por completo en el césped junto un suspiro, mire el cielo anaranjado que ya hacia sobre nosotros tratando de mantenerme tranquilo—. Se nos salió de las manos, y termine de esta forma.

—Puedes contarme, si quieres —inquirió lanzado la colilla de su cigarrillo lejos—. Yo no soy el tipo de persona que le gusta hablar de la vida de los demás con otros, así que no tienes por que preocuparte, lo guardaré para mi.

—No es eso, es solo que... —lo medite por un segundo con un nuevo suspiro nostálgico.

De cierta forma él se había vuelto parte de una rutina, se había convertido en una persona ya considerable en mi círculo, en mi día a día, y no era un secreto que además de encantarme el sexo con él, me agradaba su compañía, JK tenía la pinta de ser chico rudo y rebelde pero en realidad, me demostró en este corto tiempo qué no lo es, y que en cambio puede ser un chico sensible, atento y protector, pero una de esas cosas me daba un poco de miedo; la sensibilidad deja espacio a sentimientos igual de livianos y trasparentes.

No me atrevería a decir que es una persona especial para mi, solamente es una del las pocas personas con las que me gusta pasar tiempo. Abrirme solo un poco con él no significaría nada ¿verdad?.

—Yo te dije que los detalles eran inútiles —agregué—. Pero no es así, tal vez si importan, y creo que debería decirte esto, es lo correcto. Además de que es notorio que algo anda mal. —seguí, él no dijo nada, solo me miró y escuchó atento—. Era virgen porque mis padres tienen una regla en la familia de llegar puro al matrimonio —puse los ojos en blanco—. Pero cuando tenía quince años, un día vía dos personas revolcándose en los jardines de mi casa por la noche —sonreí al recordarlo—. Ese recuerdo aún sigue vivo en mi memoria.

—¿Ah si?... —murmuró interesado.

—Si, ahí fue la primera vez que me masturbe —solté una risita divertido—. Después de verlos teniendo sexo yo también quería probarlo porque... —exhale—. Oh JK debiste verlos, sus cuerpos, sus expresiones, sus gemidos vaya era como arte para mi. Entonces desde ese momento me dediqué a buscar a mi propio hombre, no tuve suerte por un tiempo —lo mire nuevamente—. Hasta que te encontré.

My lovely toy┊𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora