Capítulo 1

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–Taehyung, ¡Ve a recoger a tu hermana a la escuela!- Gritó desde el jardín Ji–. ¡Faltan quince minutos para que salga!

Suspirando el castaño se dispuso a levantarse del sillón. Odiaba interrumpir su siesta de cuarenta y cinco minutos exactos para ir a buscar a Hana, pero su hermosa hermanita no merecía quedarse sola con las maestras viendo como todos sus compañeros se retiraban uno por uno, probablemente ocupando su mente con sus respectivas meriendas.

Bufando, Taehyung se dirigió al perchero a buscar una campera lo suficientemente grande como para parecer un esquimal, no siendo eso un problema ya que le encantaban las prendas amplias. No entendía por qué la gente de su edad usaba ropa tan ajustada; a su criterio una vestimenta ideal constaba de al menos una prenda holgada, para darle al look ese aspecto relajado y elegante que tanto le gustaba.

Su armario poseía decenas de blazers y sacos, pantalones de vestir, poleras, camisas y chalecos. Sus camperas eran de gabardina o de jean y su calzado disponía de unos cuantos pares de converse y algunos mocasines. No es que fuese millonario o algo como eso; simplemente era el rey de las ofertas y las compras inteligentes.
Su estilo proyectaba elegancia por todos lados, siendo este motivo suficiente para alardear con sus amigos sobre su buen gusto por la moda.

–Hoy quedé en ir a lo de Jiyu–informó el castaño mientras se miraba en el espejo y arreglaba sus hebras alborotadas–. Te aviso porque Hana va a venir conmigo, la familia de Ji la adora.

–De acuerdo cariño, pero que no se haga muy tarde, mañana tienen escuela.

–No te preocupes ma, venimos para la cena. Puedo comprar algo de camino así no tienes que cocinar–sugirió mientras iba a su habitación en busca de una bandana negra para controlar su melena.

–Buena idea cielo. ¡Mándale saludos a Ji y a su familia!

Rápidamente Taehyung se dispuso a salir de la casa para luego ir caminando a pasos acelerados por la acera. Cruzó incontables veces el semáforo en verde, recibiendo más bocinazos de los que le gustaría admitir.

–Qué buen culo hermoso, pero muévelo rápido, no tengo todo el día– escuchó a un hombre gritarle desde un auto rojo descapotable. Rodó los ojos llegando al otro lado de la calle.

–Ya sé que tengo buen culo, gracias por recordármelo imbécil–exclamó lo suficientemente alto como para que el tipo lo escuche. El hombre le guiñó un ojo y arrancó su costoso auto, haciendo gruñir ferozmente el motor.

A una cuadra de distancia, bajó su vista para ver su reloj que marcaba un gran: 17:10 hs.

Mierda, ¡mierda!– Si bien Hana ya no era una niña pequeña, se afligía mucho cuando se tardaban más de la cuenta en buscarla. Y es que Taehyung lo comprendía; tener a un padre ausente generaba ciertos traumas.

Por su parte él ya lo superó, o por lo menos eso es lo que intenta hacerse creer. Su padre jamás formó parte de su vida. Sus únicos recuerdos son sus manos peinando su cabello hacia atrás con gel y los almuerzos express junto a él antes de ir al segundo turno de la escuela. No sabe si su cabeza los bloquea para aprender a vivir sin su presencia o simplemente no existen más que esas pocas vivencias compartidas con aquel hombre que alguna vez llamó papá.

Ni una plaza, ni un helado.

Jamás se vio a sí mismo alzado sobre la punta del arbolito para colocar la estrella dorada, tampoco sabe andar en bicicleta ni mucho menos conducir un auto.
No conoce lo que es un aura masculina protegiéndolo, siendo él mismo quien cumple ese rol en su casa desde que tiene memoria.

Nunca se permitió ser débil.
No tuvo tiempo de serlo.

Su mamá y su hermana son dos mujeres fuertes y no duda de eso; pero son todo lo que tiene. Hana aún es pequeña, y aunque no lo quiera admitir, Ji se encuentra muy vulnerable en este último tiempo.

Just Three Days| KookV- VkookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora