Propiedad De Cipher ||Bill Cipher y Tú||

XVIII: Equipo

Pov _____:
Puse cosas alrededor de mi habitación, acababa de volver a casa justamente como Bill había predicho; Matt había esperado hasta entonces para poder acompañarme de vuelta a casa. Las cosas en mi habitación las había puesto con el fin de practicar mis poderes, me concentré y levanté algunas cosas.

Abrí mis ojos solamente para observar si todo estaba funcionando, luego los cerré para poder concentrarme completamente en ello... desgraciadamente comencé a pensar en demasiadas cosas.

¿A qué se refería Will con capturarme? ¿Por qué Kill no apareció en ningún momento cuando sucedió lo de las plantas? ¿Dónde estaba él ahora? ¿Por qué era el único que podía ir a ver a nuestra madre?

Abrí los ojos y las cosas cayeron de golpe, mi respiración comenzó a ser agitada mientras miraba todo a mi alrededor. Necesitaba respuestas, así que simplemente suspiré, cerré los ojos y pensé en la mansión de Bill.

Estaba sentada en el suelo, así que pude saber que ya no estaba en casa cuando sentí acolchado en el lugar donde estaba sentada, abrí los ojos y pude ver que estaba en una habitación que no era mía; creo que era de Bill.

Me levanté de la cama, abrí la puerta y bajé a la sala donde suponía podría encontrar a Bill, no sabía si la telepatía podía funcionar para poder encontrarlo, así que preferí hablarle.

—Bill, ¿estás en casa? —pregunté en voz alta—.

—¿FireKinds? —cuestionó Bill sorprendido al mirar hacia las escaleras—. ¿Cómo...?

—Creí que si podía venir en sueños, entonces podía venir en la realidad —sonreí un poco y caminé hasta estar a un lado de él—. He estado practicando la telequinesis pero... —puso su dedo en mis labios para interrumpirme—.

—FireKinds, ¿cómo mierda tienes el poder suficiente para hacer...? —se quedó en silencio de la nada e hizo gestos como si estuviera pensando en algo—. Pon tus manos sobre las mías —estiró sus brazos hacia mi y sus manos abiertas con las palmas hacia arriba—. Ponlas como yo las puse, pero encima de las mías.

—¿Exactamente para qué? —pregunté y poco a poco hice lo que me había pedido—.

—Probablemente lo viste... no estoy seguro de eso —me miró a los ojos—. Déjate llevar... deja que pueda ingresar a tu mente y pueda encontrar tu poder.

—Sé para que quieres eso —traté de quitar mis manos pero las tomó con fuerza—.

—No haré nada malo con tu mente o tus poderes —suspiró—. Debo confirmar algo... te prometo que no haré nada malo.

—Sé cuánto te gusta el poder, Bill, sé que abusaras de mi confianza.

—FireKinds... creo que tu poder se mezcló con el mío —hubo un silencio—. Necesito saber si ocurrió eso o simplemente me equivoco.

Terminé por acceder, suspiré, cerré mis ojos y dejé que Bill pudiera ingresar en mi mente. Mantenía el equilibrio a pesar de sentir mi cuerpo ligero, no sabía cómo hacer esto, simplemente hice caso a eso de dejarme llevar; solo dejé que Bill hiciera todo.

Una luz intensa y el ardor en mis manos hicieron que abriera los ojos para ver un gran fuego de un color lila en nuestras manos. Estaba por gritar y apartarme pero miré a Bill; sus ojos eran de color amarillo y emitían un brillo que no me permitían apartar la mirada.

Conforme me tranquilizaba, el fuego se apagaba poco a poco hasta que finalmente se apagó por completo y los ojos de Bill volvieron al color original de humano. Sus manos acariciaron las mías y sus dedos se deslizaron hacia mis muñecas.

—¿Viste aquel brillo azul? Cuando caíste al suelo, te tomé entre mis brazos y me preparé para atacar a las plantas —se acercó un poco a mi rostro—. Hubo una explosión de magia, las plantas fueron empujadas y creí que había sido Will por el brillo azul pero... FireKinds, tú y yo mezclamos nuestro poder.

—¿Y qué significa?

—Eres un poco más poderosa, puedes hacer cosas que solo yo hago, por eso pudiste venir a mi mansión y entrar en mis sueños.

—Entonces... ¿también mi cuerpo incrementa las defensas? —pregunté recordando lo que Stanford dijo—.

—Eres más fuerte en todos los aspectos —puso una de sus manos en mi mejilla—. Te dije que éramos más poderosos juntos.

Inconscientemente abracé a Bill, quizás él no lo sabía pero me había salvado la vida. Correspondió al abrazo con algo de duda, abrazarlo de golpe no era algo que debía hacer pero ya no podía pensar o retractarme de eso.

—Bill, te debo mi vida —lo abracé aún más fuerte—. Te odio pero gracias.

—¿Me odias? —preguntó algo confundido—. Eres muy rara, FireKins.

—¿Por qué FireKins? —dejé de abrazarlo y lo miré—.

—Te dije que me recuerdas al elemento fuego, por eso Fire —hizo una pausa—. Y tu apellido es Jenkins, solo puse las ultimas cuatro letras —suspiró—. Me gustaría saber lo que estás pensando, cuando tuviste consciencia de tus poderes ya no pude entrar en tus pensamientos.

—Menos mal, sería tedioso que leyeras mis pensamientos todo el tiempo —me crucé de brazos—.

—Mis otros dos hermanitos —ambos miramos a Kill quien había entrado a la mansión mientras Will venia detrás de él—. Los extrañé —sonrió—.

—Kill, te dije que debíamos tocar el timbre y esperar —comentó Will después de ver la cara de enojo de Bill—. ¿Qué haces tú sola aquí con él? —me miró—.

—A diferencia de ustedes, Bill me ha respondido la mayoría de mis dudas —dije haciendo que ambos fruncieran el ceño confundidos—.

—No digas eso cuando claramente sabemos que yo te he mostrado más cosas sobre tu verdadera vida —habló Kill en un tono serio mientras se cruzaba de brazos—.

—Y ese es otro tema, Kill, ¿al menos ellos lo saben? —señalé a Bill y a Will—.

—¿Saber qué? —cuestionó Bill—.

—Hmm... —Kill suspiró—. _____ y yo hemos ido a la dimensión de nuestra madre para verla.

—¿Qué? —ambos reaccionaron al mismo tiempo—.

—Ustedes no pueden pero ella y yo si.

—Hace mucho no sé nada sobre nuestra madre, ¿cómo está? —preguntó Will—.

—Está bien.

—¿No se supone era una dimensión perdida? —habló Bill—. ¿Qué más ocultas?

—Es todo —dijo Kill y me miró—.

—Ahora, Will —miré a mi hermano—.¿Recuerdas algo sobre lo de las plantas? ¿Sabes lo que pensabas en esos momentos?

—¿Qué plantas? —preguntó Kill, eso me decía que no sabía al respecto—.

—Hubo un ataque de las flores fétidas —respondió Bill—. Me sorprende que no sepas nada.

—Nadie lo mencionó, me parece muy extraño —a pesar de esas palabras, no se veía sorprendido o confundido—.

—Lo único que recuerdo es que quería capturarte, es todo —comentó Will y se encogió de hombros—. Tomé una decisión cuando te llevé con StanFord —hizo una larga pausa—. _____, hermana mía, quiero que estés bajo el cuidado de Bill en vez del mío.

Los tres nos sorprendimos por las palabras de Will, ¿estaba seguro de lo que decía? Temía que todo esto le hubiera afectado o incluso no sea mi verdadero hermano.
La mano de Bill apretó con fuerza la mía mientras miraba a Will diciendo "cuenta con ello".

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