Always Doesn't Mean Forever (Severus Snape)

Capítulo Siete: La Verdad Nos Hará Libres.

POV de Snape

Aún estaba sentado en el suelo con Alex en mis brazos. Se había quedado dormida de tanto llorar. No podía entender por qué nunca le dijo a nadie. ¡Ese bastardo había estado abusando de ella toda su vida! Quería matarlo. Hacerle daño como él le había hecho a ella ¿Cómo podría lastimar a Alex? Ella era tan... tan preciosa. Miré su bello rostro, ni siquiera en sueños parecía pacífica, ella parecía preocupada. Estaba rota en el interior, pero se mantuvo tan fuerte para todos los demás. Odiaba ver todas sus cicatrices, algunas que ese bastardo le había hecho y algunas que ella había hecho a sí misma.

Poco a poco me puse de pie con Alex en mis brazos. Caminé por el pequeño pasillo hasta que llegué a mi habitación y entré. Acosté a Alex en mi cama y la tapé con frasadas. Luego me senté en el sofá y traté de encontrarle sentido a todo esto. 

Lo que sabía:

* Alex era nieta de Dumbledore.

* Sus padres biológicos estaban muertos.

* Su padre adoptivo la golpeaba.

* No está a salvo en su casa.

* No está a salvo aquí.

* Ella está herida.

* La amo.

Estos pensamientos se arremolinaron en mi cabeza volviéndome loco hasta que supe lo que tenía que hacer. Tan pronto como Alex despertara las cosas cambiarían y su mundo se desmoronaría.

POV de Alex

Desperté en una habitación oscura. Estaba acostada en algo sedoso y cómodo que se sentía como una cama. Mis ojos estaban hinchados de tanto llorar. Luego todo volvió a mí. La lección de Oclumancia. Snape besando mis cicatrices. Yo quedándome dormida en sus brazos, pero lo más importante, Snape lo sabía todo ¿Qué diablos se supone que debo hacer? Me levanté y caminé haca la puerta.

Cuando la abrí me dirigí a su sala de estar. Snape se paseaba frente a la chimenea. Miré al reloj, eran las siete, habíamos perdido la cena. Snape se dio cuenta de mi presencia. 

-Estás despierta  - Afirmó. Asentí con la cabeza. 

-Bien, ven conmigo - la pared se abrió ante él y se apresuró a salir. Corrí para ponerse al día con él.

-¿Qué está pasando? - pregunté. No dijo nada, ni siquiera me miró. Caminamos rápidamente a través de los pasillos. Me asusté cuando vi a dónde íbamos. 

-No profesor, no puedo - dije con voz temblorosa. Se volvió hacia mí con una mirada de asombro.

-¿Así que desea que esto continúe pasando? - Dijo tomando mi brazo y levantándolo frente a mi rostro. Bajé la mirada avergonzada y sacudí la cabeza. Si no lo conociera, diría que en realidad le importaba. 

-Entonces usted puede y lo hará - dijo en un tono glacial. Se dio la vuelta y murmuró la contraseña. Las escaleras comenzaron a moverse dando lugar a la oficina del profesor Dumbledore. Comencé a temblar. La puerta se abrió y él me arrastró dentro. Me empujó hacia una silla frente al escritorio del director.

-¿Severus? ¿Señorita Knight? ¿Cuál es el problema? - Dumbledore preguntó con una expresión interrogante.

-Albus, tienes que decirle ahora - declaró Snape, parecía furioso y un poco... chalado.

-Severus, este no es el momento para­...

-Sí lo es, siempre le he respetado y hecho lo que me ha pedido, pero estoy seguro de que si estuvieras al corriente de lo que está pasando, te sientirías de manera diferente - estaba tan confundida, pensé que me trajo aquí para decirle a Dumbledore no al revés.