Capítulo Veintiuno: Tus Colores Verdaderos.

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POV de Alex

El día transcurrió lentamente mientras mi deseo de dicirle a Sev la buena noticia crecía. Era la cena y yo estaba sentada con Marissa. Ella estaba diciendo algo, pero yo estaba distraída viendo la silla vacía en la mesa de los profesores. Sev no estaba allí... ¿Dónde diablos estaba? El único día que tenía que contarle una increíble noticia y él desaparecía. 

-¡ALEX! ¿Has oído una palabra de lo que acabo de decir?! - Volví mi atención a una impaciente Marissa.

-Por supuesto que sí - Mentí.

-¿Qué dije?

-Bueno, bien, obviamente, dijiste...

-Eso es lo que pensé. En realidad sólo estaba hablando de como necesitas poner tu cabeza en el juego! ¡Los TIMOS son mañana!

-Lo sé, sé que tengo que preocuparme. He estudiado toda la semana. De hecho, voy a ir a leer un poco más - Le dije.

Ella asintió con la cabeza y me levanté de la mesa. Aunque no iba a estudiar. Caminé rápidamente a las mazmorras. Luego a la pared frente a los aposentos de Sev. Llamé y esperé un momento. Luego golpeé de nuevo. Mientras me comenzaba a ir, la pared empezó a abrirse. Sev se quedó allí, se veía... algo diferente ...

-Alex, estoy ocupado en este momento - Dijo fríamente. Estudié su rostro por un momento. 

Casi parecía como si estuviera sufriendo. Algunos botones de su chaleco estaban deshechos y él parecía un poco irregular.

-Lo siento, pero es importante.

Él extendió su mano y me detuvo al ponerla en mi hombro. Di un paso atrás un poco.

-Ahora no.

-Pero Sev, yo... - Él me cortó, parecía enojado ahora.

-¿¡NO VES QUE NO TE QUIERO AQUÍ!? -gritó. Sus palabras corrieron por mi mente. ¿Él no me quería allí? Sentí que mi corazón romperse. Di un paso atrás. La pared empezó a cerrarse lentamente de nuevo. Tomé el collar que había llevado desde Navidad de mi cuello y lo tiré a través de la pequeña abertura. Sabía que era demasiado bueno para ser verdad. Yo estaba en lo cierto. Corrí por el pasillo hasta que llegué a los dormitorios de Slytherin. Dije la contraseña rápidamente y corrí hasta mi dormitorio. Cuando llegué allí me acosté en mi cama. Lloré tan duro como pude hasta ya no poder respirar. Él nunca se preocupó por mí. Debería haberlo visto antes.

Sentí que alguien me sacudía. Abrí los ojos aturdida. Cuando levanté la vista, Marissa estaba de pie junto a mí. 

-Alex, ven. Es hora de levantarse. Los TIMOS son hoy - Me senté en el borde de mi cama - Alex, estabas llorando en tu sueño. ¿Estabas teniendo pesadillas? - Asentí con la cabeza, las tuve pero no del tipo que ella estaba pensando. Todas las imágenes nocturnas de lo que pasó ayer perseguían mi sueño. Sinceramente, fue peor que cualquier pesadilla que he tenido. 

-He oído... ya sabes. Acerca de George y tú. Lo siento Alex - Le di una pequeña sonrisa.

-Está bien.

-Bueno, es mejor que te prepares, el desayuno es en diez minutos.

 Me levanté de la cama, me cambié de ropa y peiné mi cabello. Eso es todo lo que me importaba hacer hoy. Fuimos a desayunar juntas y pensé mucho en el camino. Él me ha hecho daño tantas veces. Me niego a dejarle ver que lo ha hecho de nuevo. Tengo cosas importantes de las que preocuparme, supongo que una parte de mí siempre supo que algo como esto iba a pasar.

En el desayuno comí y estudié para mis TIMOS. Cuando terminamos las mesas se despejaron y fueron reemplazadas con escritorios. Pronto comenzaron las pruebas y yo estaba feliz de que fuera más fácil de lo que pensé que sería. Umbitch estaba en el frente de todos, sentada y observándonos. Era un poco desconcertante si me preguntan. Mientras leeía mi prueba no podía evitar distraerme pensando en los acontecimientos de este último año. Toda mi vida había cambiado, y ahora el año estaba a punto de terminar. Una parte de mí estaba feliz porque eso significaba que era un año más cerca de la graduación, pero una parte de mí estaba triste por dejar este lugar. Incluso aunque sólo sea por un par de meses. Hogwarts era el único hogar que he llegado a conocer. Y el amor. Mis pensamientos fueron interrumpidos por un gran ruido sordo, y luego otro. Umbridge se puso de pie y comenzó a caminar hacia las puertas un poco alterada. Al abrir las puertas, un pequeño fuego artificial se enfocó en su rostro y luego se deslizó sobre su cabeza abriéndose paso en el Gran Comedor. El explotó con un fuerte crujido. Después de eso hubo un silencio incómodo. Umbridge miró a su alrededor y por el pasillo. Nada. Entonces, de repente Fred y George volaron frente a ella en sus escobas. ¿Qué demonios estaban haciendo? Ellos comenzaron a gritar y a lanzar fuegos artificiales por todas partes. Nuestros papeles se alzaron desde nuestros escritorios mientras pequeñas llamas chispeantes explotaron sobre nuestras cabezas. No lo pude evitar, pero me alegraba por ellos. Nos quedamos viendo el espectáculo, pero lo más importante fue la mirada en el rostro de Umbridge. Ella se apresuró por la habitación esquivando los fuegos artificiales de izquierda a derecha. Fred y George lanzaron un fuego artificial particularmente grande que explotó en todas partes. Entonces comenzó a formarse en algo. ¡¡Pronto las llamas hicieron un gran dragón abriendo su boca y dirigiéndose directamente hacia Umbridge!! Ella corrió tan rápido como sus pequeñas piernas de sapito podrían permitirle, pero fue inútil. El dragón abrió su boca completamente y la cerró a su alrededor. Miles de pequeños fuegos artificiales se separaron de la bestia y empezaron a romper cada pequeña regla estúpida que Umbitch había hecho a Filch colgar. Cada cuadro cayó a su alrededor y ella se quedó viéndose derrotada. Fue el mejor espectáculo que había visto durante todo el año. Fred y George volaron frente a ella otra vez y los seguimos hasta el patio. Cuando lanzaron toneladas más de fuegos artificiales en todas partes. Todo el mundo estaba animando a los salvadores de la escuela. ¡Creo que incluso vi Flitwick animando! Yo estaba de pie detrás de Harry junto a algunos más de Slytherin viendo cómo se formaba una gran W en el aire. De pronto Harry cayó hacia atrás. Me arrodillé ante él y me di cuenta por su rostro lo que estaba sucediendo. Él estaba en su cabeza. 

Always Doesn't Mean Forever (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora