Christopher esta ayudándome a guardar las cosas en las maletas ya que hoy viajamos a Oxford, tenia muchos nervios.
- Amor mira como duerme Emma -dijo Christopher-
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Mi pequeña es hermosa, es super grande.
Christopher me robó un beso y nos quedamos unos segundos viéndola.
- Avísale a Christian que ya estamos listos -dijo Christopher-
- Esta bien, ¿Tu irás a recepción para transferir tu auto? -pregunté-
- Si vuelvo en unos minutos -dijo-
Se fue de la habitación y quede sola con Emma, le tome un par de fotos y bese su frente.
Cerré las maletas y las deje a un costado de la cama.
Me acomode al lado de mi princesa y su manito buscó mi pecho.
- Alguien esta hambrienta -dije-
La acomode en mi pecho dormida y ella toma su leche.
Tome de nuevo mi celular y marque al número de Christian.
- ¿Hola? -dijeron del otra lado-
- Hola Christian, ya estamos listo pasa por nosotros -dije-
- En unos minutos llegó, esperen en la entrada del hotel -dijo él-
- Esta bien -dije-
Finalize la llamada y marqué el número de Christopher.
- ¿Qué sucede Amor? -preguntó él-
- Christian viene en camino, dijo que nos espera en la puerta -dije-
- Bien, firmo unos papeles y subo volando -dijo él-
- ¿Ahora vuelas? -pregunté riendo-
- Es una manera de decir -dijo él-
- Esta bien -dije-
Finalize la llamada.
Me levante con Emma en mi pecho y busque una chaqueta para que no tuviera frío.
Le saque mi pecho y coloque su chupete.
Le coloque la chaqueta, acomode su gorrito, tome una manta y la cubrí de pies a la cabeza, dejando ver su carita.
El ruido de la puerta se escuchó.
- Ya estoy aquí -dijo Christopher-
Entró a la habitación, me sonrió, besó la frente de la pequeña.
- Tu lleva las dos maletas y yo el bolso de Emma -dije-
- No yo llevaré eso, tu lleva la pañalera de Emma y tu bolso con nuestras cosas personales -dijo Christopher-
- Esta bien -dije-
Miré la habitación y vi el asiento de Emma.
- Christopher ¿Quién llevará la silla de Daisy? -pregunté-
- Vendré a buscarla -dijo-
Salimos y caminamos hacia el ascensor.
Mientras llegábamos al primer piso, Emma abrió sus ojos.
- Mira sus ojos cambiaron a azules -dijo Christopher-
- Tienes razón -dije sorprendida-
- Sus ojos son como los míos, un día están verdes otros azules ¿Quién los entiende? -dijo Christopher-
Rei por su comentario.
Bajamos del ascensor, caminamos hasta el sofá y me senté con Emma en brazos, Christopher dejo las maletas a mi lado y subió a buscar la silla de Daisy.
- Dulce-dijeron detrás de mi-
Voltee y Christian me sonríe, el caminó hacia mi.
- ¿Me ayudas? -pregunté-
- Claro -dijo-
-¿Y Christopher?
- Fue a buscar una cosa que olvidamos -respondí-
Salimos afuera y la brisa golpeó mi cara, hacía demasiado frío, cubrí un poco la cara de mi bebé.
El chófer de Christian cargó las maletas.
Subí al auto, Christian fue a buscar a Christopher.
Luego de uno segundos eternos los dos subieron al auto, el chófer guardó la silla de Emma para luego subir y conducir.
- ¿Porqué demoraron tanto? -pregunté-
- Tenia que dejar la llave -respondió Christopher-
El cargo a Emma y unos minutos después nos encontrábamos en una parte privada del aeropuerto donde esta el avión.
Al bajarnos caminamos al avión y subimos, el chófer cargaba las maletas en el avión.
Me senté en unos de los asientos, Christopher colocó la silla de Emma junto a mi lado.
La acomodé y la cubrí con una manta, su cara angelical me causa ternura.
Christopher y Christian se sentaron en otros asientos.
-Dulce si quieres dormir en la cama que hay, ve con Emma tu también Christopher -dijo Christian-
-Esta bien pero mas tarde -dije-
-Yo dormiré en otra -dijo Christian-
- Gracias por todo -dijimos Christopher y yo-
-No hay de que para eso hay amigos -respondió él-
10 horas después
Ya llevamos 10 horas de viaje y aún quedan 5 horas, nos encontramos los tres en la cama del jet privado, Emma esta despierta mientras Christopher duerme.
- ¿Quién es la pequeña de la mamá? -dije jugando con las mejillas de Emma-
Ella sonrió y eso fue hermoso.
No le había preguntado a Christopher en donde nos quedaríamos, lo vi y comenzó a refregarse sus ojos, cuando los abrió le sonreí.
- Como estas pequeña -le dijo a Emma-
Le tomó su mano pequeña y la besó, y luego repartió besos por toda su carita, haciéndola sonreír.
- ¿En donde nos vamos a quedar? -pregunté-
Susurró algo que no logré escuchar.
- No escuché dilo más fuerte -dije-
- Compré una casa -dijo-
- ¿Qué? -grite y Emma se asustó-
- Eso amor compre una casa para los tres -dijo-
- Christopher puedo vivir un tiempo con mi madre, no hay problema, estas gastando mucho dinero y aún no comienzo a trabajar para pagarte -dije-
- No te preocupes, gasto el dinero en cosas importantes como ustedes -sonreí-
- Gracias -dije sonrojada-
- ¿Porque? -dijo él-
- Por hacerme tan feliz -solté unas lágrimas-
- Las amo tanto -dijo-
- Y nosotras a ti -respondí-
Christopher se acercó y me abrazó, luego de eso nos besamos, sus jodidos labios son mi adicción.
