C A P I T U L O 3 3

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Una semana despuéS

Dejé a Emma con mamá, mientras voy camino al trabajo algo nerviosa había pasado una semana, las cosas iban bien, admito que extraño a Christopher y Emma mucho más, no deja de llorar por las noches y no es que tenga hambre, ni su pañal este sucio es Christopher.

El taxi se aparcó delante del gran edificio "Company Uckermann", bajé y subí al ascensor no sin antes saludar a los demás.

Camine a mi oficina y al entrar note que alguien esta en la oficina de Christopher, camine hacia ella, al entrar el me esta dando la espalda viendo a la ciudad.

- Christopher... -susurré-

El se giró y se sorprendió al verme.

-Duce ¿Qué haces aquí? -preguntó-

- Yo... Soy tu secretaría -dije nerviosa-

«tu novia y la madre de tu hija» dije en mi mente.

- No lo sabía disculpa -dijo nervioso-

- Lo entiendo -dije-

- Perdí la memoria en el accidente y no puedo recordar nada -dijo triste-

Lágrimas aparecieron en mi rostro, Christopher me miro confundido, trate de moverme pero mis piernas no funcionaban.

Christopher se acercó a mi y me abrazó pero no quería un abrazó.

Empuje la puerta con mi pierna haciendo que se cerrará.

- ¿Qué haces? -preguntó Christopher-

No respondí ya que mis labios se encontraban en los suyos, me sorprendí por que sus labios me siguieron.

Nos separamos por falta de aire.

- Yo no puedo hacer esto... Poncho me matará -dijo nervioso-

Le sonreí pero sus labios eran mi adicción los tome nuevamente mordiendo su labio inferior y el gimió.

Christopher
Dulce  entró a mi oficina y dijo que era ser mi secretaría, mientras observaba lo hermosa que se veía unas lágrimas caían de sus ojos dejándome confundido.

Me acerqué a ella, y ella cerró la puerta.

Me tomó de el cuello y me besó, joder sus labios eran perfectos.

«Poncho» recordé y me separe de ella.

- Yo no puedo hacer esto... Poncho me matará -dije nervioso-

Ella me sonrió y me volvió a besar pero en mi mente apareció un recuerdo.


Dulce estaba recostada en una camilla, el doctor puso un gel en su barriga y la pequeña maquina comenzó a moverlo de forma circular en su barriga crecida.

Dulce y yo veíamos atentos al monitor.

- Ahí esta su hija -dijo el doctor-

- Es super grande -dije sorprendido-

- Te estas alimentando bien Dulce -dijo el doctor-

- Si tomo también mis vitaminas -dijo ella-

Bese su frente y sonreí, Emma estaría pronto en mis brazos.


Me separe bruscamente de Dulce y me miro confundida.

- Podrías irte de mi oficina -dije serio-

Su mirada se torno triste, necesitaba que se fuera, quería pensar.

- Si... -susurró-

Se fue y un gran vacío había en mi corazón, ese beso me gustó pero recordé a Poncho.

Me senté en mi silla, apoyé mis codos en el escritorio y con mis manos tome mi cabeza.

- Otro recuerdo, ¿Qué me sucede?, debo dejar se soñar que Dulce y yo tenemos una hija -susurré-

Me pase toda la mañana llenando carpetas, firmando ordenes y viendo millones de números.

Golpearon la puerta.

- Adelante -dije-

La puerta se abrió dejando ver a una Dulce triste y decaída.

- Señor Uckermann ya terminé de organizar esta carpeta, debe firmarla mañana debo entregarla, tome -me entregó la carpeta- ya me voy, hasta mañana -susurró-

Iba a preguntarle y pedirle disculpas por lo de hace minutos pero ella ya se había ido, quería correr tras ella pero era mejor dejarlo ¿Así?

Eso creó.

Dulce

Salí del edificio Uckermann y el frio se hizo presenté, tome un taxi de camino a casa, tratando de calmar las lágrimas.

- Son €5 -dijo el taxista-

Le di el dinero y baje, coloqué la llave en la puerta y abrí.

Busqué por el living a Emma pero no está.

Subí a su habitación y mamá y ella están jugando en el suelo.

Al verme soltó una risita, y comenzó a gatear hasta mi, mi pequeña, tome mi celular y grabé al terminar el video.

La tome en mis brazos y la besé entera.

- Mi pequeña Emma... -dije-

Ella me sonrió.

- Gracias mamá -dije-

- No hay de que hija -me susurró-

La abracé y beso mi frente.

- Preparé comida, Emma no quiso comer así que intenta tu... -dijo mamá-

Bajamos a la cocina y mamá nos sirvió comida.

Comenzamos a comer y Emma quien tenia hambre, corte bien pequeña su comida y tome algunas fotos.

- ¿Y Christopher? -pregunto mamá-

Le conté lo que sucedió y ella me aconsejó.

- Ya me voy -dijo mamá-

- Gracias por todo -dije-

- Mañana debemos viajar con tu padre, solo es una semana ¿Estarán bien? O quieres que me quede -dijo mamá-

- Estaremos bien -dije-

- Le diré a Poncho que las cuide -susurró-

Nos dio un beso y se fue, la mejor madre.

Mi Pequeña Emma (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora