-¿Humanos y Híbridos? ¿Juntos? ¡Ja! No me hagas reír... Ángeles y Demonios no nacieron para estar juntos, pequeño soñador-
-Quizás... Pero hay algo que yo tengo muy en claro: "Animales y Humanos tal vez estén diferenciados... Pero su corazón late, c...
Me desperté al percibir un olor dulce en el cuarto, levante mi cabeza para intentar divisar el lugar de donde venía aquel olor tan rico, al no verlo me levante quedando sentado en la cama, y en una mesita estaba un plato con panqueques (Tortitas), baje de la cama y me acerque al plato, agarre el cubierto que había la lado y corte dos notando como adentro de ellos había chocolate.
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-Ya me extrañaba que no tuvieran miel-Dije para comenzar a degustar la comida tan buena.
Al terminar la comida, saque mi celular y eran las 5:47, vaya que, aunque duerma en la cama más cómoda del mundo, siempre me levante tan temprano, guarde mi celular y salí de la habitación para seguir explorando el lugar en el que estaba, cualquiera diría que sería peligroso, ya que hay trampas, pero tenía mucha curiosidad, si, soy muy curioso y eso me hace creer que duraria poco, igual seguí explorando toda la casa como si estuviera literalmente en un laberinto. La piedra de alrededor se fue haciendo de ladrillos finos y lizos como la terracota, llegando a la sala de estar.
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-Con piscina y todo, pero bueno-Dije, para luego ver al de máscara, la cual no traía puesta, la máscara estaba ensima de su abdomen, él se encontraba acostado en una hamaca con un libro sobre su cara, que tenía de portada varios dígitos y animales que nunca había visto, y con las manos detrás de la cabeza y los pies cruzados.
-Como son las... supongo... *Mira su celurar* Son las 8:27... ¿A qué hora te habrás dormido?-Pregunté con una sonrisa ladina mientras lo seguía mirando, sin despertarlo, tomé su máscara y fui revisando esta.
Tenía una textura suave, dura y flexible, perfecta para ajustarla al tamaño de la cara de cualquier persona, tenía marcas de plumas que explicaba la suavidad, seguro la había hecho a mano. Mire el libro que estaba sobre su rostro y cuando estaba apuntó de moverlo, éste me agarro de la muñeca, cosa que me asustó y que hizo que me sonrojara sin saber el porqué.
-¡Joder, pensé que estabas dormido!-Dije mientras me intentaba soltar de su agarre, pero ni la mano le movia.
Él extendió su mano y la empezó a abrir y cerrar un poco sin quitarse el libro de la cara, mire mi mano y todavía tenía la máscara, asique se la di. Él se levantó de la hamaca y puso la máscara ensima del libro y lo quito rápidamente, vaya que tenía ideas, éste se dio la vuelta y se fue de la sala por uno de los túneles.
