Él era un poeta, ella era su musa.
Él llevaba cinco años casado, ella era virgen.
Ella era estudiante de Literatura, él ya era un genio.
Vivían en una pasión que les atormentaba el alma.
Él, mirando la cara de su esposa que no podía engendrar a un hijo.
Ella, dándole esperanzas a un amigo de la infancia.
Nadie se podría esperar que la mujer del poeta sea fértil,
Tampoco que él amigo de la estudiante supiera manejar armas.
Menos que las drogas fuesen atractivas,
E imposiblemente que un poema pueda superar cualquier éxtasis.
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Etérea ©
RomanceÉl era poeta. Ella era su musa. Él era casado. Ella ni siquiera tenía novio. En un simple cruce de miradas, el mundo se tornará extraño y apasionante. Él era simplemente un genio. Y ella... era frágil, era etérea.