—Prefiero el otro.
—A mí también.
Me saco el vestido que tengo puesto y tomo el otro que tiene la abertura en la pierna. Es de color granate con una cinta en el medio acentuando mi cadera y muslos. Tomo los tacones que Leah me trajo y me levanto para observarme en el espejo.
—Beckham tendrá un acceso a tu vagina que ni siquiera te tendrá que quitar el vestido para tener sus dedos dentro de ti. —Pongo los ojos en blanco porque no me sorprende que sea tan ordinaria, pero esa descripción ha sido demasiado grafica para mi mente.
—No vamos a divertirnos, sino a trabajar y este vestido es el trabajo —le indico caminando hacia mi tocador para ponerme labial y un poco de perfume.
—Si tu trabajo es verte como una diosa, dejaría de trabajar como modelo y trabajaría para ti.
Me río.
Está chica es un caso.
—¿Dejarías que los hombres te metieran mano o que te denigren como yo lo he hecho por este trabajo? —La miro de soslayo y ella lo piensa para luego negar con la cabeza —. Eres mi mejor amiga Leah, pero jamás te metería en algo como esto y menos para que te denigren, vales más que eso.
—¿Cómo lo soportas? Dejar que los hombres te pisoteen o te toquen es algo que no podría soportar, pero tu sí; tu puedes soportar todo eso y más. —Apago las luces y me detengo delante de ella.
—Dejo que ellos piensen que tiene poder sobre mí, que toquen y digan lo que quieran, pero cuando menos lo esperan le muestro lo que mi reputación y mi nombre ha hecho, están solo una faceta, una tan bonita, pero tan repleta de mentiras.
Ella me mira como si fuera un Dios, como si quisiera ser como yo y no me gusta que lo haga, no quiero que ella piense que por ser así la vida es más sencilla porque no lo es, ni siquiera un poco. Yo estoy alrededor de hombres peligrosos y muy poderosos, y no porque sea una mentirosa, estafadora y una hija de perra, dejo de ponerme en peligro, sino al contrario, siempre he sabido que mi muerte será a causa de mis acciones y no temo que así sea, lo que temo es no haberlos hecho sufrir lo suficiente para morirme con una sonrisa en la cara y estar en paz conmigo misma porque eso siempre lo que he querido: hacerles daño a todos ellos.
—Es...
—Peligroso, sí que nunca pienses en meterte en esto Leah, tan solo quédate así, ¿De acuerdo? —La detengo con la mano y ella asiente. Le doy un beso en la mejilla y tomo mi bolso para salir del cuarto.
Marco el ascensor y por mientras que sube, Beckham me manda un mensaje avisándome de que está abajo. Veo que tengo todo: desde las invitaciones y una pequeña navaja, por si las moscas, es mejor estar preparada. Entro y marco el primer piso. Cuando las puertas se abren lo veo apoyado en su auto, se ve increíblemente atractivo con ese traje que la va como anillo al dedo, como he dicho anteriormente, siempre me ha cautivado los hombres que van en traje y Beckham no es la excepción.
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Morfina (Adicción I)
Teen FictionLa Élite quiere gobernar las calles de California, los Estigmas harán todo por destruirlos y los Ataraxia no quieren estar en medio de ellos. En California los peces grandes gobiernan de día y de noche los hijos pelean por lo suyo, pero tan solo hab...