Beckham

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Coloco la tarjeta que me dio Rynard la otra noche sobre el detector y entro al cuartel. Escucho murmullos por el salón de computación, si que me encamino hacia allá esperando verla, ya que a pesar de que no hemos hablado en toda la semana, todavía tengo la esperanza de que me haya hecho caso. La puerta está entreabierta, si que entro tocando dos veces. Los ocho pares de ojos me miran, pero ninguno de ellos son el plomizo de ella.

—Llegaste un poco tarde —me comenta Paradise sentada y jugando con una navaja. Ni siquiera le pregunto qué está haciendo, es mejor no saberlo.

—¿Ninguno la detuvo? —les escupo, pero tan solo se encogen de hombros.

—Es una pérdida de tiempo y tu también deberías empezar acostumbrarte de que ella sea tan llevada a su idea —me aconseja como si fuera tan fácil y yo bufo.

—¿Cuándo se fue? —les inquiero.

—Unas dos horas, no lo sé, no estaba con ella cuando se fue, mejor pregúntaselo a Leah —me indica Paradise levantándose, dejando la navaja sobre la mesa.

—¿Tienen su ubicación? —le pregunto directamente a Brian quien está jugando videojuego con Axel.

—No —lo miro de mala gana sin saber que mierda hacer para encontrarla —, pero llámale a Leah que ella tiene su ubicación.

Cierto.

Recuerdo cuando la llame hace unos meses atrás preguntándole por Rynard y ella me dijo que tenía su ubicación y me la mando por mensaje, si que deduzco que ha hecho lo mismo está vez. Saco mi teléfono de mi pantalón y le marco, pero pasan los segundos y no me contesta. Me estoy preocupando, pero cuando me manda al buzón, millones de escenas pasan por mi cabeza y todas terminan mal.

—No me contesta —les hago saber. Se miran entre ellos, pero cuando estoy por llamarle por segunda vez, alguien toca el timbre. Paradise se dirige abrir y nosotros la seguimos, posiblemente sea ella.

Enciende el intercomunicador y vemos el rostro preocupado de Leah. Le abre la puerta dejándola pasar, pero ni siquiera habla cuando me lanza el teléfono con la ubicación de Rynard en ella indicándome que su teléfono ha sido apagado y esa es toda la respuesta que necesito para preocuparme.

—Me dijo que tendría su GPC encendido por si algo le pasaba, pero hace treinta minutos que no se nada de ella y aparece que su teléfono está apagado, si que no sé qué hacer —nos dice angustiada, pasando su mano por su cuello y rostro. Yo miro la pantalla con su última ubicación, se junto a las afueras de la ciudad, en unos departamentos abandonados.

Cierro los ojos con fuerza.

Tiene tanta confianza en si misma que no se da cuenta de las cosas que están delante de ella, por ejemplo, ese lugar. No debería haber acordado reunirse en unos departamentos sin personas a su alrededor, sino uno concurrido o por lo menos acompañada de uno de nosotros, pero no, quiso ir sola y acepte sus malditos términos y ahora posiblemente esté en un sótano haciéndole que cosa, de tan solo pensarlo se me acelera el corazón y me sudan las manos,

Maldita sea.

—Iremos a revisar el lugar y si encontramos algo le avisamos —nos indica Axel haciéndole señas a Brian y Paradise para que lo sigan.

—¿Quién investigo a Tenazas? —les pregunto levantando mi mirada.

—Yo —me responde Paradise.

—¿Buscaste si tiene relación con HoleBlack? —Me miran extrañados, pero hay algo extraño en todo esto porque Tenazas no raptaría a Rynard así porque sí y menos sabiendo que el trato que le propuso era bueno, si que hay algo detrás de esto y estoy por seguro que tiene que ver con él.

Morfina (Adicción I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora