El olor a desinfectante con aerosol de vainilla me descoloca un poco, ya que el cuartel nunca ha olido de esta manera y tengo miedo de lo que voy a encontrar si sigo avanzando, sí que mejor los llamo.
—Paradise. —Espero unos segundos y ella aparece por el pasillo —. ¿De dónde proviene ese olor?
—Los chicos y sus experimentos, mejor no preguntes —me dice. Camino hacia mi oficina —. Me contacte con Tenazas y estará encantado de conocerte, te deje en tu escritorio la ubicación y la fecha, también investigue a sus guardias y tan solo estarán dos y te deje el mapa del lugar para que te lo estudies.
—Gracias.
Muevo la manilla para entrar cuando me habla nuevamente.
—Supe que Beckham perdió ayer.
—Ni me lo recuerdes.
—¿Tan mal fue? —Asiento. Empujo la puerta viendo que todo sigue igual, papeles por mi escritorio y la taza a medio café que deje la otra noche —. ¿Le dijiste sobre el plan de ir con Tenazas?
—Lo sabe, pero no hemos hablado de eso —le digo recordando lo que hicimos la noche del viernes; su cuerpo contra el mío, como me besaba y mordía, y él te quiero que salió de sus labios luego de venirse, digamos que no hubo tiempo para hablarlo.
—Tendrás que decírselo antes de que te juntes con él.
—Lo sé.
—Si necesitas algo más, estaré con los chicos. —Asiento. La veo irse cerrando la puerta a su paso.
Tomo la carpeta que me dejo en el escritorio para ver que el lugar que nos reuniremos es un recinto que está a las afuera de California y que tiene muchas vías de escape, empezando con las dos principales y las dos de atrás, si que podré ir sola sin problemas, pero ahora la parte difícil, hablarlo con Beckham. Saco mi teléfono de la cartera y le marco, por mientras que me contesta ordeno un poco el escritorio.
—Hola —me saluda con voz cantarina —. ¿Estás en tu departamento?
—No, en el cuartel.
—Yo ya me estoy yendo, ¿Vamos a cenar?
—Necesito hablarte sobre lo de Tenazas. —Silencio.
—Voy para allá. —Me corta. Decir que está enojado es un insulto para lo que siente en estos momentos.
***
—Nosotros nos estamos yendo —me avisan los chicos desde la puerta —. ¿Te quedarás?
—Vendrá Beckham, si que lo esperare. —Ellos asienten. Se despiden de mí con la mano y yo me levanto para esperarlo en la sala, pero ni siquiera tengo que hacerlo, ya que lo veo en la entrada.
—Hola —lo saludan. Paradise me lanza una de esas miradas que dicen de todo y que me asegura que no saldré ilesa de esta y posiblemente si —. Nos vemos.
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Morfina (Adicción I)
Fiksi RemajaLa Élite quiere gobernar las calles de California, los Estigmas harán todo por destruirlos y los Ataraxia no quieren estar en medio de ellos. En California los peces grandes gobiernan de día y de noche los hijos pelean por lo suyo, pero tan solo hab...