Capítulo 15

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Empezamos a subir

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Empezamos a subir. Para ser un lunes el lugar está repleto y fue un milagro pasar por entre las personas que bailan eufóricamente en la pista de baile al compás de la música electrónica suena por todo el lugar. No me gusta estos lugares, prefiero un lugar tranquilo en donde puedo sentar a beber y bailar sin preocuparme que todo el mundo este sudado y repleto de adrenalina. Siento que mi cabeza se va a salir.

Llegamos a la segunda planta en donde es mucho más exclusivo que abajo. Hay mesas por el alrededor, personas bailando tranquilamente y un bar en una esquina. De esto estaba hablando.

James nos guía hace una mesa que está sentado Beckham y Hunter tomándose tranquilamente un Martini. Los ojos de Beckham se instalan en mi cuerpo como dos imanes y empieza a bajar lentamente dándome una sensación de hormigueo e incomodad entre mis piernas. Siempre me ha gustado que me vieran, pero Beckham me hace sentir como si fuera la única persona del mundo, como si fuera una diosa.

— ¿Cómo está la chica más hermosa del mundo? —me pregunta Hunter en el transcurro que me abraza. Doy un respingo cuando invade tan drásticamente mi espacio personas.

—Estaría mejor con tus brazos fuera de mi cuerpo...y de mi trasero —le susurro lo último haciendo que se le escape una risilla.

—Siempre me ha gustado tu trasero.

—A mí también me gusta y más cuando nadie lo toca.

—Tan agradable como siempre —le sonrío falsamente para sentarme al lado de Beckham que tiene sus ojos fijos en Hunter.

— ¿Pasa algo? —le pregunto por lo bajo.

Sus labios están apretados en una línea delgada y su cabeza está ladeada sin quitar los ojos de su amigo.

—Nada.

Sigue mirando al frente.

— ¿Hablaste con él?

—Sí.

— ¿Y qué te dijo?

—Que lo hará.

Tomo su rostro y lo obligo a mirarme.

—Te estoy hablando —le indico.

—Y yo te estoy respondiendo.

— ¿Qué mosca te pico?

—Nada.

Levanto una ceja un poco exasperada de que se comporte de esta manera sin saber la razón.

—No te lo sacare a rastras.

—Algo que no hagas.

¿Qué mierda?

Lo suelto para levantarme e ir por un trago. Luego de haberme desnudado hasta el alma se comporta como un imbécil. Pensé que era más maduro, pero al fin al cabo todos los hombres son unos simios. Descorro una silla y me pido un Cosmopolitan. Repiqueteo mis uñas contra la madera esperando que me lo preparen.

Morfina (Adicción I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora