Capítulo 54: Cualquier cosa, culpen a Albert

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• Mama Said - Metallica •
"Mamá, deja que mi corazón se vaya, o deja que este corazón se pare"

8 de septiembre

Evelyn juro que desde ese día su vida se había ido a la mierda, pues en este 8 de septiembre se cumplía un año de la muerte de su madre.

Y eso la deja en un lunes, en una habitación de la casa de Gryffindor junto a Hermione dormida.

Evelyn observaba todo con atención. Hermione con sus labios entreabiertos mientras soltaba suaves y profundas exhalaciones por estos, sus cejas levemente fruncidas mientras arrugaba de vez en cuando su nariz.

Por otra parte estaba Ginny, Evelyn incluso se asustó al ver que la pelirroja estaba bastante metida en sus sueños, tanto que parecía más muerta que dormida.

Lenta y cuidadosamente fue quitando el brazo de Hermione que colgaba en su abdomen, con toda la concentración del mundo para no despertarla.

Faltaban unos cuantos minutos para que el reloj diera las 6 a.m.

Se supone que tendría clases en unas horas, por lo general ella podría esperar a Hermione para ir juntas a almorzar.

Lástima que ella tenía otros planes.

Antes de irse, le dejó una nota a Hermione donde mentía diciéndole que Snape la había mandado llamar desde temprano a su oficina.

Camino hasta la puerta de la habitación asegurándose que sus pasos no se escucharan tan alto para despertar a cualquier de las dos chicas pero una voz la interrumpió.

— Labsieopsisbet. - Era Ginny dormida.

Evelyn dio un suspiro de alivio mientras giraba de la manecilla metálica de la puerta. Salió y fue directamente a su habitación para cambiarse.

Para evitar cualquier tipo de sospechas se puso su uniforme, la corbata estaba ligeramente floja y no era tan incomoda como lo suele ser para ella.

Camino de nuevo por los pasillos hasta llegar a la escalera que conduce al sótano del castillo, específicamente estaba por debajo del gran salón.

Le hizo cosquillas a la pera, la fruta verde se retorció y después procedió a reírse. No pasó mucho tiempo para que se transformará en una perilla de puerta verde y revelara la entrada a la cocina.

— ¿Usted quién es? - Preguntó una elfina doméstica cuando vio a Evelyn.

— Oh... Buenos días, busco a Dobby. - Dijo amablemente.

Evelyn reconoció las facciones sorprendidas de la elfina, pues ella le había dicho 'buenos dias'. También supo que la elfina se había puesto feliz solo por esa acción.

— ¡Miriel conoce a Dobby! - exclamo feliz la elfina - Miriel la llevará con Dobby, por aquí.

Evelyn ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar porque una pequeña mano la había tirado hacia el frente para caminar.

— ¡Señorita Evans! Un placer volver a verla, Dobby está feliz de saludarla esta mañana.

— Buenos días, Dobby - Evelyn lo saludó mientras se ponía de cuclillas para quedar a su altura - En realidad, quería pedirte un favor.

Quédate GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora