• Secrets - Tiësto, Vassy, KSHMR •
"Te llevaré a dar un paseo si puedes guardar un secreto"
Durante el resto de la semana Harry se la pasó leyendo el libro que había tomado de aquel armario del salón de Horace. Parecía que hasta dormía con el, mientras Hermione se quejaba y ella seguía las instrucciones escritas en su libro.
Había llegado el sábado, lo que lleva a Evelyn y Harry a su primera sesión con Dumbledore.
— Yo no sé tú pero yo le agradecería al príncipe mestizo - Le dijo Evelyn a Harry - Porque gracias a él tienes la poción de la suerte.
— Ni deberías quejarte, tú sabes hacerla a la perfección.
— Mentira - Lo interrumpió - Mamá sabía hacerla a la perfección, yo era más o menos como su ayudante.
— ¿Cómo vas con Hermione?
— Más que bien. - Respondió con una sonrisa boba.
Harry solo se rio del comportamiento de su mejor amiga, para él era divertido molestarlas cada vez que pudiera, al igual que Ginny.
— Tu novia dijo que el príncipe mestizo pudo haber sido una chica. - Se burlo Harry.
— Vuelve a burlarte de ella y podrás conocer a tus padres, Potter. - Bromeó Evelyn.
— Podré conocer al tuyo. - Respondió Harry mientras seguían caminando.
— Ajá y le mandas un saludo de mi parte.
Algo gracioso que ocurría entre la amistad de Potter y Black era que podían bromear sobre sus familiares fallecidos y aún así no era incómodo. Ambos sonrieron durante el camino mientras Harry le contaba varias cosa que había visto en su libro.
— Hermione y Ron me dijeron que me esperarían despiertos para contarles todo lo que ocurra en la clase. Mencionó Harry.
— Me parece bien - Respondió - Yo después iré a dormir, no he descansado demasiado con eso de las clases de Snape.
— ¿No irás a ver a Hermione? - Cuestionó Potter - Ya sabes, probablemente descanses con ella... O tal vez no.
— No todo se trata de sexo, Potter. — Dijo mientras rodaba los ojos.
Su conversación fue terminada cuando llegaron a la oficina de Dumbledore que se encontraba en el séptimo piso y frente a ellos había una gárgola parada en la pared.
— Gaseosas ácidas. - Dijo Harry y la gárgola se corrió de un salto.
Ambos entraron a la escalera de espiral que no tardó en deslizarse. Llegaron a la puerta y Evelyn la golpeó suavemente.
Dentro de la habitación se escuchó la voz de Dumbledore murmurándoles que pasaran, ambos se adentraron en la oficina y ahí estaba quién los había citado.
— Evelyn, Harry - Dumbledore los saludó amablemente - Se preguntaran por qué están aquí, ¿No?
— Uhm... Lecciones - Dijo Evelyn pero se escuchó más como una pregunta.
