No hables, gemir es mejor.

3. El desfile.

Les recomiendo que escuchen la canción mientras leen💋

[Esa ropa fue la que desfiló Joaco].💕

Joaquín.

Hace varios días que no sé nada de Emilio. Pero por extraño que parezca no puedo sacarmelo de la cabeza. ¿Fue a la cafetería solo a verme? No, imposible. ¿Por qué querría verme un hombre como él? No sé porque le doy tantas vueltas, solo fue una casualidad, él vino a Cuernavaca por trabajo, no por mí. Por otra parte, he querido saber cómo está, sé que si lo busco por google posiblemente vea anuncios de periódicos donde este firmando algún contrato muy importante. Desecho la idea de inmediato. Tengo tantas ocupaciones que no me siento con el animo suficiente para investigar que ha sido de su vida.

Mañana es un día especial e importante para mí. Estoy muy concentrado en terminar de coser la chaqueta que diseñe como proyecto final. En total son tres cambios de ropa; un traje formal, algo más informal pero elegante y un vestido de noche. Le doy los últimos retoques para dejarlos listos e irme a dormir. Piso el pedal de la maquina y por fin termino. Corto el hilo y observo por ultima vez la prenda.

Estoy tan contento con el resultado.

—¡Ya está listo! —gritó de la emoción por haber terminado satisfactoriamente la pequeña muestra de mi colección.

—¡Te quedaron increibles! —dice Gala, con el mismo entusiasmo que yo.

Después de tantas semanas de ver mis diseños en unas simples hojas de papel. Hoy por fin tengo las prendas en mis manos. Gala me ayuda a guardarlas con mucho cuidado, mientras yo acomodo los zapatos y accesorios de cada uno de los conjuntos.

—¿Si vas a ir verdad? —le preguntó a Gala, ansioso.

La necesito a mi lado para que me de ánimos y me abrace muy fuerte cuando este a punto de subir al escenario.

—¡Claro que sí! No me lo perdería por nada del mundo. Además como buena periodista de la facultad debo cubrir el evento. Llevaré a Alex para grabar todo.

—No creo que lo dejen entrar, los boletos son limitados, por eso los sortearon.

—Tu dejámelo a mi —me guiña un ojo con picardía.

Si, ya sé lo que eso significa. 
Nos damos un cálido abrazo antes de irnos a dormir a nuestras respectivas habitaciones.

No solo es el día de la muestra de mi colección, también debo modelar las prendas frente a mis maestros y básicamente frente a toda la escuela. Cada año la universidad organiza la semana de la moda. Un gran evento; decoran muy bonitas las aulas y el patio principal se convierte en una autentica pasarela de modas. Suelen invitar a grandes personalidades del mundo de la confección y algunos empresarios. Si tienes suerte, y les gustan tus diseños, tienes trabajo garantizado cuando concluyas tus estudios. Eso me pone los pelos de punta. Odio ser el centro de atención, y mañana inevitablemente lo seré.

Solo nos dieron dos boletos por persona. Tenemos preferencia por ser los exponentes, y para el resto de las escuela fue sorteado. Bueno, al menos los asientos, podrían ir más pero les tocaría estar de pie. Quería invitar a mi mamá o a mi papá, pero sé que no podrían por su trabajo. Obviamente no podía faltar mi querida amiga, Gala, a ella le tenía su boleto reservado pasara lo que pasara. Por lo que decidí invitar a Diego.

Afortunadamente él sigue aquí en la cuidad, también le pedí su ayuda con el maquillaje y aceptó. Durante estos días me he dado la oportunidad de conocerlo un poco más, salimos casi todas las noches a pasear, o a tomar algo, platicamos hasta tarde cuando ninguno de los dos puede dormir. Incluso a Gala ya le agrada. Y no ha vuelto a hacer una escena de mamá preocupada.