Ambos durmieron unas cuantas horas para luego después poder levantarse. Sam se viste con un vestido algo suelto color crema y Bruno se viste con un traje, debía asistir a una reunión inaplazable pero iba con un gran humor.
-No te pongas eso- dice mientras observa su vestido el cual era lo bastante corto ante sus ojos.
Sam alza su ceja extrañada -Tu no me vas a decir como vestirme, no ahora- dice arreglando el vestido el cual se le dobló al llegar a su cuerpo. Bruno se acerca al vestidor girando sus ojos y le acorrala en un costado.
-No te quiero controlar, no lo haría, eres mía y no me interesa comprobarlo controlando tu persona, confío en ti, pero mierda Samantha...- la observa sonriendo -me provocas tanto, mujer- termina de hablar para besarla y luego cargarla dejando sus piernas sobre su cintura sin dejar de besarla en ningún momento, Sam decide apartarse y sonreírle.
-Hey, me gusta esto pero quiero ver a mi bebé, así que, con permiso- dice quitando su agarre para sonreírle saliendo del armario.
-Esa niña nos quita el tiempo juntos- acomoda su cabello mientras camina fuera del armario.
-Ambos amamos a esa niña, lo sabes y no te hagas el duro- metiendo algunas cosas a su bolso.
-tu me pones duro- dice mientras la mira de reojo sonriendo.
Sam sonríe observando de reojo, siente sonar la puerta, al abrir observa a uno de sus guardaespaldas con la niña en brazos -Creo que no fue necesario ir a recogerla, mamá la envió como paquetería- dice girando sus ojos.
-¿tu madre no tiene claro que nuestra hija no es paquetería?- dice cargando a su hija para dejarla en la cama con un par de almohadas a sus costados -Creo que ya no tendrás que salir- dice sonriendo.
Sam gira sus ojos caminando al armario para quitarse el vestido, el cual ya no utilizaría. Bruno observa a su hija en la cama y posicionando un par de almohadas más, la deja ahí para caminar al armario.
-¿Te gusta dejarme con ganas?- dice apoyando su espalda en la pared mientras la observa de reojo.
-¿No te bastó con de hace algunas horas?- ríe.
Bruno se acerca a Sam pasando una de sus manos por su cabello acorralando su cuerpo.
-La niña, está en la cama, sola- dice tratando de zafarse de la situación.
-Tranquila, le puse mucha protección a los lados y tiene un guardaespaldas vigilando- dice sonriendo mientras la mantiene acorralada. Sam baja la mirada y sonríe.
-¿tu no te cansas?- dice sonriendo.
-de ti, jamás- dice acercando un poco su rostro, sus respiraciones se mezclaron y ambos sonriendo. Bruno la observa, estaba solo en ropa interior ya que se había quitado el vestido -eres sexy, eh- mientras sonríe la besa.
-lo sé, ¿y sabes qué más tengo claro? que tu debes calmar tu sed por el sexo- sonriendo lo abraza.
Bruno entrecierra sus ojos para tomar su cintura y acorralarle ante su cuerpo -no juegues con tus palabras, te vas a arrepentir- pasando una de sus manos sin delicadeza por su intimidad generando un delicado gemido, quita esta para observarla sonriendo, sin dudarlo mete uno de sus dedos sonriendo, oír sus gemidos mejoraba su día considerablemente -Te lo advertí, no juegues con fuego, mami- besa sus labios quitando su dedo y sonriendo -tengo una reunión, ya me voy- le sonríe caminando hacia la puerta -vístete- dice observando el cuerpo de su contraria y se va.
Sam quedó ahí, tan quieta, casi como una estatua cualquiera, normalmente ella solía ser quien dejara a Bruno con ganas pero el karma le jugó un mal partido.
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Countdown/ #1
Romance- 𝑃𝑅𝐼𝑀𝐸𝑅 𝐿𝐼𝐵𝑅𝑂 𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑜𝑟, 𝑒𝑠𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑡𝑒 ℎ𝑎𝑏𝑙𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜 𝑎 𝑒𝑞𝑢𝑖𝑣𝑜𝑐𝑎𝑟𝑠𝑒. ¿𝑌 𝑠𝑖 𝑒𝑙 𝑝𝑒𝑜𝑟 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑛𝑜 𝑒𝑠 ℎ𝑎𝑏𝑙𝑎𝑟𝑙𝑜 𝑦 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑒𝑛 ℎ𝑎𝑐𝑒...