Countdown/ #1

(26) Tal vez.

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PERRO AMOR ESTE, EL CUAL DARÍA

MI VIDA POR TI HASTA SIEMPRE.

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La maldita llegada al aeropuerto se le hacía una vuelta eterna, entro corriendo, sabía su horario y respectivo boleto de avión para regresar a casa, solo que no quería que se fuera, no luego de ver eso y no así.

llegando a la puerta de embarque, Bruno la observa desde lejos queriendo acercarse, solo se sentó a observar.

Un par de minutos después la observa acercarse, no tenía palabras.

-¿Qué haces aquí? Te dije que no me ibas a detener de irme, quiero tener a mi hija junto a mi, ya la cagaste, eso fue demasiado- ríe mientras lo observa.

-Mierda, yo no quería- intenta tomar una de sus manos pero la aparta

-pero lo hiciste, ahora debo irme, no me busques, no por un tiempo- se gira para caminar hasta que siente la mano de Bruno enganchada en su brazo.

-Perdóname- muerde con temor su labio y la observa con lagrimas en sus ojos a segundos de caer.

-No se si alguna vez te pueda llegar a perdonar esto, dices que me amas pero a las horas besas a otra chica, ¿qué más? ¿qué más harás? te pregunte si es que alguna vez tuviste algún maldito sentimiento hacia ella, lo negaste y hoy la besas..- hace una pausa para soltarse de su agarre -te amo, pero me estas haciendo más daño del que merezco- lo observa a los ojos y sonríe levemente.

-Sam..- la observa intentando tomar su brazo pero se aparta.

-Ya no, esto se acabo..- hace una pausa para observarlo -fue un gusto estar contigo pero ya no vamos hacía ningún lado más que hacernos daño- sonríe tomando su rostro.

-¿De qué estas hablando?- frunce el ceño

-De que esto se acabo, merecemos un tiempo- sonríe mientras lo observa.

-Sam, sabes que te amo más que a mi propia vida, no nos hagas perder, podremos salir de esto, tu me amas, yo te amo- toma su brazo.

-Mierda, te besaste con otra chica, no fue un simple suceso..- alza la voz para decir esto y lo observa soltando de golpe su agarre -eso no es perdonable, no vale cuanto amor estemos sintiendo el uno por el otro, no pensé jamás que fueras capaz de engañarme y míranos, aquí, en medio del aeropuerto discutiendo porque don Bruno decidió besarse con una señorita perra que lo quería besar por capricho- abre sus ojos como plato y suspira.

-Sabes que podremos superar esto- la observa

-Basta, ya no más enserio ya no podremos- suspira mientras toma su bolso para caminar hasta subir al avión.

Bruno la sigue deteniéndole en la puerta -perdóname- sin soltar su brazo la abraza.

-Es muy tarde y sus palabras no cambian, lo siento- se suelta de su agarre soltando un par de lagrimas y sube al avión el cual despegó a los pocos minutos.

Él regreso un par de días después a su hogar, estaba vacío, Sam se había ido enserio y junto a su bebé. Jamás dejo de insistir, las llamadas recurrentes, por lo menos, veinte llamadas diarias las cuales nunca tuvieron respuesta y pesé a que ella le pidió que la dejará en paz, él la amaba y no quería dejarla ir.

|Sam|

Luego de tanta tensión para regresar, discusiones con su suegra quien no le quería entregar a la niña pesé a que fuera su madre, sacar nuevos pasajes e ir a buscar todas sus cosas a una casa la cual abandonarían, se fueron derecho a otro país, merecían paz, ambas, solas.