14.- Soobin

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Recordar aquellos lindos momentos que fue hace unos días con su familia mientras cocinaba era lo mejor. Suspiros con dulzura saliendo de su nariz por volver anhelar esa bella unión lo hizo ansiar preguntarle a su esposo cuando sería lo próxima salida.

—¡Tae!

El menor reaccionó y sin darse cuenta, dejó caer todo el kimchi sobre la mezcla.

—¡No! —pero ya no podía hacer nada.

—¿En que andas pensando Tae? —preguntó su esposo con algo de pezades en su voz. Se había molestado.

—Solo pensaba en nosotros..la familia, lo siento, yo arreglaré la comida —dijo abrazándolo por la espalda.—no te molestes, se te malogrará el hígado, y eso te quita más vida...

Jin no pudo evitar reírse de lo dicho.

—Ay amor, no estoy molesto, solo no estés descuidandote, menos en la cocina

—No lo haré, lo prometo

Entre mimos y conversaciones, minutos después ordenaron su propia mesa y se sirvieron de almorzar.

La noche llegó y como ya era un rutina, Jin se encontraba en la cama junto a su esposo, que se encontraba durmiendo a su lado. El peliengro sentía algo en el pecho, algo que quería hacerlo gritar.

Se levantó de su cama con cuidado de no despertar a su esposo, y dirigirse al baño, pero quizás habrá sido un moviento rápido que él hizo que dominó su cabeza y giró a mil por un segundo.

Se dejó caer en la cama y hizo que su esposo se removiera un poco.

—Tae.. —susurró. Sentía su cuerpo sudar a mil. Nunca se habían sentido así.—Tae..

El otro estaba reaccionando poco a poco.

—Tae..

Pero al no escuchar respuesta decidido en mejor ir al baño y darse una fría ducha, pero al tan solo mover un pie, su cuerpo dejó de funcionar, cayendo al suelo. La caída de su cuerpo causó un ruido seco, asustando un poco a Taehyung quién estaba perdiendo el sueño en difinitiva.

Se levantó con cuidado de la cama, y cuando terminó de examinar su habitación, abrió sus ojos enormemente y se dirigió al cuerpo con pulso acelerado de su esposo.

—¡Jin!

En otro lado.

—¿Soobin? —Ji soo sigue caminando hasta su cuarto algo curiosa por aquel sonido que escucho.

Caminó un poco más y llegó a su habitación, pero ahí no había nadie.

Preguntándose de que había sido ese ruido, se giró en sus talones y se encontró con su esposo sangrado por la nariz.

—Esta bien...tranquilízate —dijo guardando calma, queriendo acercarce a él pero el chico retrocedía más.

—Amor, se qué estás asustado, por eso te sangra la nariz, pero tranquilízate, no-

—Dí positivo en la prueba...



JinTae~ •^•

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