8.- Contagio

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Los meses pasaron, el virus, como se conoce ahora como Covid-19, se llegó a expandir de manera horrible. Las muertes incrementaron a un nível mundial.

Corea del Sur no era el único país que tuvo disminución de población.

Y justo ahora, una decisión sabía fue tomada.

—Por el peligro que corren las personas mayores de 60, ya no podrán asistir al trabajo, no se preocupen por su salario, el estado les dará dinero por trabajar para ellos, por lo tanto los que mencionaré deberán de recoger sus pertenencias hasta nuevo aviso

Todos asintieron y solo se quedaron los que no fueron llamados. Quedando pocas personas.

—Supongo que será un descanso largo —le dijo Hoseok a Jin terminado por guardar sus cosas, apoyando su cuerpo en la columna de la pared.

—Me parece lo más correcto, corremos peligro, creo que debieron hacerlo mucho antes

—Mira el lado bueno, estaremos con nuestras parejas —dijo Hoseok sonriendo grandemente.— pronto será mi aniversario con Yoongi, tengo una reservación en un restaurante, tiene todas las medidas de precaución, los invitaría pero ya sabes cómo están las reglas...

—Si, entiendo, les haré videollamada con Tae, mándale saludos a Yoongi

—Y tú a Tae —Hoseok se despidió con una gran sonrisa como siempre y se fué.

Minutos después Jin también se fue.

En el momento de estar en el taxi, Jin pensó en algunas cosas, el cómo fue el cambio drástico que dió está Pandemia. En todo lo que había afectado.

—Llegamos —escuchó Jin decir el taxista. Un hombre de aproximadamente unos 20 años.

El mayor asintió y sacó el dinero. Pagó lo acordado y se bajó del taxi, viendo desde afuera su casa. La casa que comparte con su gran amor.

Viendo atrás... Recordar esos momentos con tal hombre que está seguramente cocinando ahora en esa enorme cocina que le hizo construir hace varios años atrás, le hizo recordar lo difícil que fue, pasar por todo esos momentos de desprecio y odio, esos momentos en los que quería rendirse y dejar a un lado todo.

Metió la llave y la giró, haciendo que la puerta se abra. Entró a su casa y lo vió. Ahí meneando su cuerpo delgado con unos shorts delgados hasta la rodilla, un polo negro largo, sus crespos y largos cabellos negros, su mandil, y por último esa pequeña vincha con moño grande, un regalo parte de sus nietos.

—Bienvenido amor —saludó su esposo girandose en sus pies para mostrarle esa bella sonrisa.

Y fue donde Jin nuevamente pensó que todo valió la pena. Todo el dolor que alguna vez le pudieron causar, tenía su recompensa, y esa era la bella y radiante sonrisa que su querido esposo le estaba regalando ahora.

_Gracias —respondió sonriendo. Poco después hizo la rutina de desinfectación y se unió a su esposo sentándose en la mesa, la cuál, ya estaba servida.—se ve delicioso

—Espero te guste, nunca antes había preparado tofu, pero en tik tok todo se ve más fácil

—¿Ahora usas esas aplicaciones? —preguntó sonriendo con ternura, extendiendo su mano para tomar la de su esposo, y acariciarla mientras ambos comían. Cómo siempre.

—Bueno... Todos la usan, creo que de alguna manera me distraerá de estar aquí solito...—hizo un pequeño puchero.— oh..verdad, ¿Que haces aquí tan temprano? ¿Hubo algún problema?

—Bueno, supongo que tendré un largo descanso

—¿Y eso porque?

—Reglas de arriba, cumplo con la edad de riesgo a contagio... El dinero no es un problema, tengo ahí de reserva y el estado estará pagandome de todas formas

—Eso suena bien, ¿Sabes? Deberías jubilarte... no sé ... y yo quizás también

—¿Jubilarnos? —preguntó.- no lo sé Tae, estar aquí encerrado... No me convence, sabes que me gusta hacer mi trabajo

—Lo sé, no digo lo contrario, pero...¿No crees que ya es tiempo? De...tener más tiempo para nosotros dos...

—Tae..

—Solo piénsalo, ¿Si?

El mayor asintió y dejaron ahí el tema. Momentos después ambos comenzaron a ordenar un poco la casa. Tiraron algunas cosas viejas y decidieron descansar un momento en el sillón viendo documentales.

Cosas de adultos.

En otro lado

—Ay... —dijo derritiéndose en amor.— no debiste cariño —tosió un poco.

El pelirojo dejó un pequeño beso en sus labios.

—Claro que si cariño, así que estate libre ese día, porque es nuestro —susurró en sus labios.

—Lo estaré esperando —dijo muy feliz, tosiendo a los segundos un poco más fuerte.

—¿Amor? ¿Te sientes bien? —preguntó alertandose por escuchar toser a su esposo.

—Si...no es nada, la garganta me ha estado fastidiando hace unos días —comenzó a toser nuevamente. Pero esta vez fue aumentando y aumentando.

Yoongi se tocó el pecho e hizo movimientos con su mano. Hoseok rápidamente supo que su esposo le estaba dando señas de no poder respirar y se acercó alarmado.

—No...respi..ro

—¡YOONGI! ¡Hey! ¡Por favor! Respira...respira...


JinTae~ •^•

Sope~ ×_×

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