Mejor Que Esto

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Feliz Cumpleaños ♡

¿Por qué siempre quieres amar
A quienes te hacen daño?
Para derrumbar te  cuando se van y te dejan
No, oh no
Es tan difícil dejarles ir-Year In Review, The Black Keys

8:00 am.

Volteé a mi derecha y me encontré con Arielle durmiendo. Labios ligeramente abiertos y saliva derramándose a un costado de su labio inferior, bolsas debajo de sus ojos y el cabello desordenado. Su torpeza y descuidada manera de ser son las cualidades más adorables que posee... o al menos las únicas que le pertenecen.

Me levanto de la cama y bajo las escaleras hacia el comedor. La pequeña figura de Ivania esta de espaldas preparando café. Cuando se da vuelta lleva dos tazas de café, pone una frente a mi y la otra frente a ella sobre la mesa.

-Estas consciente de que ella no sabe quién eres?-Es lo único que vino a mi mente preguntar.

Le da un sorbo a su café antes de contestar.

-Si ella estuviera consciente de el tipo de personas con las que trata últimamente te aseguro que no estuviera aquí-inquirió de manera satisfecha.

Estaba a punto de responder cuándo la puerta de las habitaciones en la planta baja se abre revelando un Evan adormilado en nada más que boxer.

-Que hace ese feto aquí?- dijo con la nariz arrugada.

-Buenos días a ti también, Evan- Ivania sonrió de la manera mas falsa.

-Maldita sea!- Grito Evan mirando hacia todos lados dentro de la cocina con los ojos a punto de salir.

-Ahora que?- Rodé los ojos

-Donde esta Arielle y el delicioso desayuno que prepara- Se sujeto la cabeza con desesperación.

-Probablemente muriendo de resaca en este momento.- dije mientras me sentaba en la silla.

-Hablando de la reina de los desayunos.- susurro Evan en un intento fallido de discreción.

La madera de las escaleras sueltan quejidos cada que recarga su peso en ellas mientras desciende. Intenta proteger sus ojos de la luz cerrando los fuertemente mientras ella se encuentra envuelta en el edredón.

-Porque todos están gritando?- Dijo mientras masajea sus sienes evidentemente tratando de aliviar su dolor de cabeza.

-Arielle, nadie esta gritando.-Dije lo más tranquilo possible.

-Mi cabeza me dice todo lo contrario.-se masajea las sienes.

Caminé hacia ella hasta quedar a centimetros de distancia.

-Se le llama Resaca amor.- le doy un beso en la mejilla y salgo de la casa con las llaves de la motocicleta en mano.

Me hice paso entre las calles, pasando las playas privadas y más adelante las publicas hasta tomar carretera. Este tramo de carretera era lo que mas odiaba, siempre se encuentra llena de turistas con miedo a manejar en un lugar que no conocen bien. Más adelante puedo visualisar una calle de tierra. Maldito sebastian, suficientemente inteligente para hacer su guarida casi en medio del desierto.

Una vez fuera del establecimiento me dirigi hacia adentro. Ahora todo estaba calmado, misteriosamente solitario en comparacion con otros dias. Me dirigi hacia la oficina de sebastian donde dos gorilas hacian guardia a la puerta como siempre. Se hicieron a un lado encuanto me vieron.

Las puertas se abren revelando a sebastian pasando sus manos por su cara en modo de exasperación.

-¿Ahora que?- soltó en un suspiro.

Sonrei de lado. El sabe lo que quiero.

-No me has llamado para trabajar- respondo encojiendome de hombros.

-Daniel, hace poco más de una semana todo casi se va a la mierda, Jackson sabe que tu mataste a su mano derecha. No puedo permitir esa clase de descuido, menos de ti y no cuando hay mucho en riesgo.

-Ha sido la primera vez! Y no es mi culpa. La culpa la tienes tu por no poder identificar traidores, ¡mi trabajo solo es eliminarlos! ¡Tu lo sabes!- Dirigo mi mirada hacia la alfombra y suspiro tratando de calmarme- asi que dejate de mierda y dime la verdad.

Volteo hacia arriba solo para encontrar su mirada y darme cuenta de que en realidad no sabe que decir o más bien como decirlo.

-Te lo he dicho más veces de las que puedo contar.

Me paso la mano de la cara.

-Y sigues con la misma mierda-digo entre dientes- Si quisiera un cambio en mi puta vida ya lo habria hecho yo mismo.

-Daniel, eres joven, tienes tiempo y yo te puedo ayudar. Te he visto crecer.- Suspira con pesar- ¡Maldita sea! Eres como un hijo para mi, Tu y Rayan lo son y sabes que solo quiero lo mejor para ustedes y eso significa salir de este maldito hoyo de mierda.

Mentiria si dijiera que no me duele ver a sebastian asi. El ha sido el ha sido el unico modelo a seguir y lo más cercano a una figura paterna que tengo.

Suelto aire que ni siquiera sabía que retenía.

-Soy un caso perdido sebastian.

-No digas eso, sabes que no es cierto.

-¿Porque no me dejas en paz a mi y ayudas a Rayan? ¿No te es claro que no quiero tu ayuda?

Se rie amargamente mientras mira sus manos y luego su mirada se vuelve a conectar con la mia.

-No te le dijo- Dice confirmando sus suposiciones desconocidas para mi- Rayan lleva medio año en la universidad. El quiere un cambio para bien. El mismo que yo quiero para ti.

Una parte de mi se siente traicionada porque no se digno a decirme pero mi parte orgullosa me dice que me vale un kilo de mierda lo que el haga.

-Bien por el. Tu y yo sabemos que el es mejor que esto, yo no.

Y sin ningún sentimiento reflejado en su rostro me dice lo que yo se que el destino me tiene preparado. Un hecho que me persigue en las noches y que en momentos de debilidad me ha quitado el sueño.

-Te vas a morir.

Suelto una carcajada que me arde en la garganta y me deja sabor amargo.

-Todos lo vamos a hacer eventualmente. De algo me tengo que morir, en realidad me siento afortunado-miento- de que en comparacion con otras personas puedo elegir la direccion de mi fin.

-No te culpo por no querer cambiar el rumbo de tu vida ya que es lo unico que conoces, pero me parece increiblemente estupido de tu parte no aprovechar la oportunidad cuando se te es dada-entrelaza sus dedos sobre la mesa- pero si tanto insistes en irte al carajo-se encoje de hombros y luego abre una gaveta de su escritorio para luego lanzar una carpeta sobre el escritorio en mi direccion.- ahi esta. Jodete todo lo que quieras.

Esta mas que enojado, se encuentra furico. Sonrio de lado

-Gracias por tus buenos deseos. Como siempre te aseguro de que el trabajo se hara limpiamente y terminara en exito.

Me paro de la silla y me dirigí hacia la puerta pero un recuerdo me asalta en ese momento y lo volteo a ver.

-Casi se me olvida... ayer estuve en el palacio.

-¿Y se puede saber que hacías ahi?- preguntó con el ceño fruncido.

-Fui a buscar a Arielle. Pero tranquilo, no creo que nadie me haya visto.

-Ni si quiera quiero saber que hacia ella ahi.-Dijo en un suspiro que parecía un intento para controlarse- Más que nadie, tu sabes que el tiene ojos por todos lados, sobre todo en su fortaleza. Ten cuidado.

Y sin decir nada salgo de ahí lo más rapido posible.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2016 ⏰

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