West Coast

Nueva Casa

Aveces el amor no es suficiente y el camino se pone difícil. No se porque-Born to die.

Abrí los ojos de golpe al sentir unas manos tocando mi ropa interior. Subí mi mirada y me encontré con la de Dániel sonriendo, el estaba sobre mi. Reconcí esa mirada y por inercia comencé a temblar. Sentí mi cuerpo aligerando se y mis ojos comenzaron a cerrar se. Me desmaye.

*-¿Sabes que nos diferencia?

Negué con temor.

-A ti Arielle...Nadie te quiere. No hay una sola persona que se preocupe por ti, no tienes amigos, familia, una casa, no tienes nada. Mira a tu alrededor y di me si ves a alguien a quien le importes.

Negaba con la cabeza repetidamente no para ella sino para mi, intentaba convencer me de que no era cierto pero nada me ayudaba.

No volví a ir a la escuela pública desde entonces. Sabía que era cierto y por ende no quería que nadie me lo dijese. Como siempre...estaba sola.*

Desperté y mire a mi alrededor no se donde estoy. Mire hacia la izquierda, hay una mesita de noche y sobre aquella un reloj. 3:16 AM. Mire hacia la derecha. Ahí está el, esta dormido.Sentí como se me erizo la piel al sentir la brisa entrar por la ventana. Un frío inmenso recorrió mi cuerpo así me di cuenta que estaba en ropa interior. Me levanté dispuesta a buscar mi ropa.

-A donde vas?-Su voz sonaba más ronca de lo normal. Se pasó la mano por la cara tallando sus ojos para luego soltar un bostezo.

-¿Hicimos algo ayer?- Apunte hacia mi cuerpo semi desnudo.

-Que directa- Bufo -Sólo acuesta te, quiero dormir antes de que me comience a doler la cabeza.

Negué.

-No.

-Si.

-No.

-No te voy a seguir el estúpido juego. Ven acá y haz lo que te digo.

-¿Hicimos algo ayer?-volví a preguntar.

-¿Cuál es el problema si lo hicimos o no? te amo y puedo hacer te lo cuando quiera.

Sentí todas las palabras atoradas en la garganta apuntó de salir. Intente reprimir las hasta que no pude más y salieron.

-¿Marilyn te decía lo mismo? Claro,antes de dejar te.- No pude reprimir mi tono de voz el cual era puro veneno.

Su rostro se tornó rojo lleno de furia total.

-Ven para acá-Me sorprendió y asustó escuchar su voz tranquila. Sabía que era una advertencia.

Camine lentamente hacia la cama una vez ahí me acosté sin decir una palabra.

Sentí su aliento debajo de mi oído.

-Escucha me bien, en tu miserable vida vuelves a repetir el nombre de Marylin y te juro que nadie sabrá a dónde te fuiste. Claro, si es que alguien te busca.

Asentí. ¿Que más podría hacer?

-No quiero estar contigo si no me quieres- Le dije lentamente mientras volteaba a verlo a la cara- No es justo.

-La vida no es justa cariño. -Dicho eso pasó un brazo sobre mi cintura y hizo que quedará más junta a el. Depósito un beso en mi mejilla y susurró- Nunca te tocaría mientras estás inconsciente.

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8:15

Me removí incomoda. Dániel soltó un gruñido en respuesta.