West Coast

Chase

Mi favorito origen confidencial Voy a besar tu llaga abierta Aprecio tu preocupación. Siempre hueles mal y te quemas-Rape me, Nirvana.

-Anda, la pasaremos bien.

-No lo sé...-Volteo en dirección al establecimiento para ver si Dániel viene detrás de mi y me detiene de esta locura que estoy apuntó de cometer.

-Porfavor, iremos a una fiesta.

Volteo una vez más y diviso a Dániel, el alivio me recorre momentáneamente pero luego se convierte en enojo.

-Claro, me encantaría.-Me abre la puerta desde dentro, me subo con inseguridad pero el enojo y sed de venganza no me abandona ni por un segundo. Arranca a toda velocidad dejando un chirrido ensordecedor como reacción.

-¿Cuál es tu nombre preciosa?- Me pregunta cómo si de verdad le importará. Ese pensamiento be hace recordar lo que Madeline me dijo una vez "Un hombre desesperado o solitario lo único que buscará de una desconocida es sexo" intento ignorar el hecho de que es mayoritariamente cierto.

-Me llamo Arielle- digo casi en un susurro.

-Lindo nombre para una linda chica. Me llamo Chase.-responde una pregunta que no hice.

Chase es lindo, tiene ojos verdes con café miel y cabello castaño y un poco largo. Es de complexión alta y delgada pero no se mira escuálido en lo absoluto.

Llegamos a un edificio, el "Palais D'or" para ser más específica. Se mira muy lujoso y con clase por fuera, hay muchas luces aunque sean las cinco y media de la mañana hay una fila sin fin de gente esperando entrar. Hay dos guardias cuidando, Chase tiene su mano en mi espalda baja mientras caminamos hacia ellos, el asiente y se mueven de la puerta para abrir la y dejar nos pasar mientras el le da las llaves de su auto a uno.  Escucho varias personas a mis espaldas quejar se por nuestra entrada sin espera.

El lugar esta lleno de luces neón por todos lados haciendo contraste con las paredes blancas en la oscuridad. Las personas bailan y beben y beben mientras bailan, e incluso hay algunas cuántas que fuman mientras bailan. No es un completo caos pero  es una fiesta fuera de control aunque conserva un toque de elegancia. Chase nos abre paso entre la multitud y se dirige hacia la barra.

-un martini.- Le dice al que sirve las bebidas.-y una margarita para mi acompañante.- y aunque se dirige al barman me mira a mi con una sonrisa encantadora.

Estaba a punto de negar la bebida pero luego pienso; ¿Dániel negó la invitación de la mesera?

Con todo el coraje que puedo sentir, tomó la copa y le doy un trago. Es dulce y amargo al mismo tiempo. Me gusta. Unos cuantos tragos más y mi copa está vacía.

-Un especial para la señorita-Dice Chase.

Esta vez me entregan no una copa, si no un vaso lleno. Le doy unos cuantos tragos pasando el líquido por mi garganta quemando la. El sabor es tan fuerte que duele en la garganta pero algo en el sabor hace que no quiera dejar de beber lo.

No se cuanto tiempo ha pasado ni cuanto he bebido. Todo es tan borroso y confuso, puedo escuchar mi risa y la música pero no puedo articular ninguna palabra. Estoy en la pista de baile, chase se encuentra conmigo, me sostiene por las caderas y se por el cosquilleo en mi cuello que me está besando ahí. Sube por mi mandíbula y se acerca a mi oído.

-Tengo que ir a un lugar, vuelvo pronto. Espera me aquí.- Susurra yo solo asiento.

Y estoy bailando, o eso creo que hago.Hay manos en mi cuerpo pero no podría importar me menos. Todo de lo que soy consciente es la música, las luces neón por todos lados, la manera en la que todo me da vueltas de manera mareante y apenas soy capaz de distinguir a las personas bailando en cámara lenta.