Temporada 2 - Cap. 4. Disfraz Perfecto.

8 1 0
                                    


Temporada 2 - Capítulo 4

Disfraz Perfecto.

Por fin había llegado el día que había estado esperando. Un día de descanso que coincidió a la perfección con el apuesto guitarrista de Schleife. Ambos habían acordado verse esa misma tarde para que Aki pudiera ayudar al muchacho con las compras de regalo para su extrovertida hermana. Pero para la menor de las Fujiwara, lo único que podía pensar no era en probables opciones de regalos que pudieran gustarle a Tora, no, lo único que podía pensar era que vería a Julian y que no sabía cómo le haría para mantener la compostura frente de él, pero sabía que debía conseguir algo de paz mental por cuenta propia o de lo contrario se delataría, y eso traería muy malas consecuencias.

Pensándolo bien, tal vez hubiera sido más prudente rechazar aquella reunión, inventar alguna excusa y decirle que por el momento tenía mucho trabajo por delante. Así se estaría evitando esa sensación de angustia naciente en su estómago. De cierta manera, sentía que estaba traicionando a su hermana, es obvio que no pasaría nada en esa salida, pero aún así, el hecho de tener esos sentimientos ocultos por el enamorado de Tora, ya era suficiente razón para sentirse como una arpía venenosa por dentro.

—Calmate, cálmate, Aki... —Se decía así misma mientras recorría los alrededores de su alcoba mientras mordisqueaba su dedo pulgar—. Sólo lo ayudarás a escoger un regalo, no es la gran cosa, no te comas los sesos —Se decía una y otra vez para después posicionarse delante del espejo—. ¿Me veré bien? ¿No estoy muy greñuda? —Veía su rostro en el reflejo tratando de buscar alguna imperfección—. ¿Qué haré si me sale un barrito? ¡Moriría de vergüenza! —Gritó para después agarrar su cabeza en un gesto de desesperación.

Justo en ese preciso momento escuchó un claxon sonar fuera de su portal, acto que la hizo saltar su corazón, sintiendo por un momento que se saldría de su pecho. Pensando en los peores escenarios, se apresuró a bajar las escaleras. Se había encargado de dejar el portal semiabierto para que el azabache pudiera entrar con su motocicleta sin necesidad de esperar afuera y arriesgarse a llamar la atención de los vecinos. Pero de todas maneras, se sentía muy asustada de que alguien fuera a verlo en el lugar, por lo que quería dejarlo entrar cuanto antes.

Se alivió bastante al darse cuenta de que el azabache, en ningún momento se quitó el casco de su moto, sino hasta que ingresó dentro del apartamento, en donde por fin pudo ver su perfecto rostro. Su negro cabello estaba totalmente suelto y caía sobre sus hombros de forma libre, se veía tan lacio y suave que sintió necesidad de tocarlo pero se resistió y simplemente lo invitó a pasar tras ofrecerle unas pantuflas a lo que Julian sólo pudo quitarse sus pesadas botas con estoperoles y pasar.

El chico llevaba puesto un pantalón azul oscuro de mezclilla, con una camisa lisa color negra, sin manga junto a una chaqueta de cuero del mismo color. Llevaba muñequeras negras en ambas manos, las uñas pintadas de igual manera de un negro intenso, un collarín de pinchos y cadenas colgantes a los lados del pantalón. Sabiendo que se arriesgaría a estar en público, no se había despegado de sus pupilentes rojos, suponía que por temor a que alguien lo viera y no queriendo que lo grabaran sin estos puestos.

—Traje lo que me pediste —Dijo el muchacho una vez ingresó a la sala de la muchacha y tomó asiento en uno de los sillones al momento que depositó unas bolsas encima de la mesita de centro—. Aunque no veo por qué esto es necesario —Continuó mientras arqueaba una ceja de manera confundida.

—Vamos a estar de tienda en tienda alrededor del centro, dado que lo que quieres es observar todo tipo de tiendas, ¿no es así?

—¿Y eso qué tiene?

AkiToraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora