Capítulo 13 - Preludio

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Creo que esta vez me he tardado un poquito más en actualizar, pero he tenido varias cosas que hacer últimamente de mi universidad, así que iré publicando poco a poco de acuerdo vaya escribiendo, ya que entre tareas, mis clases de inglés y clases de piano, me cuesta trabajo actualizar. De cualquier forma espero que les esté gustando como estoy llevando la historia y lamento si no puedo escribir más rápido.

Sin más que agregar, espero disfruten.

Capítulo 13.

Preludio.

Luego de pasar por la cafetería y pedir unos pasteles junto a bebidas calientes, Aki y Liah habían salido de las instalaciones de la empresa. En esa ocasión las había llevado a casa la manager de Liah dado que Tomoyo aún tenía que quedarse para arreglar unos asuntos sobre el nuevo disco en proceso.

La castaña le indicó a la manager la dirección quien las dejó en la entrada de su casa y se despidió tras decirle a la rubia que le mandara un mensaje con una hora de anticipación sobre la hora en la que quisiera ser recogida. Ante la amabilidad de Manami, la muchacha rubia sólo le pudo sonreír y agradecer por su arduo trabajo.

En cuanto estuvieron solas, Aki la invitó a pasar.

Lo primero que la rubia vio al entrar al hogar de su superior, fue las maletas abandonadas en la entrada de la casa. Desde su regreso, la verdad es que Aki no había tenido tiempo ni energías para llevarla a su habitación y desempacar.

—Vaya —Mencionó mientras veía el resto de la casa.

Había unos cuantos trastes sucios y bastante polvo tanto en el piso como en las superficies, algo normal dado que no le habían pasado el trapo por una temporada debido a la ausencia de su propietaria. Liah pudo observar con más claridad los alrededores cuando Aki ingresó a la residencia tras ponerse unas pantuflas colocadas en la entrada y empezó a abrir las cortinas para dejar pasar la luz del sol.

—Pasa, no te quedes ahí —Invitó la castaña tras notar que la menor seguía en la entrada sin quitarse los zapatos.

—Claro —Contestó tras proceder a quitarse el calzado y tomar otra de las pantuflas colocadas en la entrada preparadas especialmente para las visitas—. Ni siquiera haz desempacado —Mencionó volviendo a fijar la mirada en las maletas.

—Sí, con eso de la fiesta, sólo llegué a dormir, comer y arreglarme para lo de anoche.

—¿Gustas que suba tu maleta arriba en lo que sacas tus instrumentos de limpieza? —Dijo alegremente.

—No te molestes, puedo subirla después.

—No es ninguna molestia, sé que pensabas cocinar antes de limpiar, pero teniendo en cuenta el estado de todo sería mejor hacerle una limpieza general a la cocina primero, de ahí puedo ayudarte a limpiar el resto de la casa en lo que preparas el almuerzo, de esa manera avanzaremos mucho más rápido —Decía en forma entusiasta mientras un pequeño brillo aparecía en sus ojos—. Entre más rápido acabemos, más tiempo tendremos de platicar un poco al finalizar.

—¿Platicar?, ¿De qué quieres platicar?

—La verdad es que quería pasar mi tarde contigo para poder conocerte mejor.

—Supongo que quieres que te cuente historias de mi hermana. ayer me mencionaste que eres una de sus fans.

—¡Por supuesto que me encantaría saber más sobre Tora-san! —Hizo un mini festejo—. Pero también quiero saber de ti, senpai.

—Aunque en realidad no tengo nada muy interesante para contarte —Dijo humildemente mientras sonreía un tanto nerviosa.

—¡Eso lo decidiré yo! -Respondió mientras tomaba la maleta con ambas manos—. ¿Segura que no quieres que te ayude?

AkiToraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora