Capítulo 5 - It's a Show Time

99 14 26
                                    

Hice lo mejor que pude para acortar el capítulo pero aún siento que me salió bastante largo, lo siento por eso. 

Capitulo 5.

It's a Show Time.

Eran las ocho de la mañana cuando el avión que transportaba a la banda número de Japón aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Narita. La primera en bajar fue Tora quien se moría de ganas por estirar sus extremidades. Habían volado alrededor de doce horas lo cual era bastante agotador y por lo tanto había afectado de manera significativa su estado de humor. Gracias a eso, los miembros de Schleife habían tenido que soportar las constantes quejas de su vocalista quien no dejaba de armar alboroto al no poder mantenerse tanto tiempo en una sola posición.

En casos como ese, la única persona que podía soportar a la mujer era Julian, su amigo de la infancia quien ya sabía como lidiar con sus cambios de humor. El azabache había pasado la mayor parte del tiempo durmiendo, escuchando música con los audífonos puestos o leyendo algún libro. Tora por su parte, quien actuaba como niña de preescolar cuando estaba inquieta, se había dedicado a tratar de llamar la atención de su guitarrista de mil maneras tal como llamarlo por su nombre, hacer muecas, atravesarse en su campo de visión, escondiendo el libro del mayor, en fin, un sin fin de acciones que no lograban hacer efecto en el mayor, pues este continuaba impasible.

Todo estaría perfecto de no ser porque el resto de los miembros de la banda no podían reaccionar de la misma manera que él. Mientras Julian ignoraba a Tora, esta no hacía más que alterarse más pues odiaba ser ignorada, lo que provocaba que se volviera más ruidosa e hiperactiva, acto que exasperaba al resto de sus compañeros.

El guitarrista sólo intervenía cuando lograba apreciar que sus colegas parecían estar a punto de estallar. En casos como esos, lo único que tenía que hacer era acariciar cariñosamente la cabeza de la castaña y eso era suficiente para lograr que ella se tranquilizara aunque sea por una hora más.

—Maldito bastardo— Es lo que solía pensar el bajista de la banda, Ciro — ¡¿Por qué no controlas a tu mujer?! — Había gritado en varias ocasiones sin obtener respuesta  por parte de Julian quien ni siquiera tenía la gentileza de mirarlo.

Ciro siempre solía insinuar que los dos líderes de Schleife tenían un amorío por lo que solía bromear constantemente con ello. Él había sido uno de los primeros integrantes que se había unido a la banda en su adolescencia así que los conocía bien, de manera que tenían bastante confianza mutua como para insultarse y molestarse sin que hubiera repercusiones.

El pelinaranja siempre había sospechado de sus líderes por la relación tan cercana que tenían. Y es que esos dos parecían como dos chicles, siempre pegados el uno del otro. Es por eso que los había espiado en varias ocasiones intentando cacharlos haciendo algo indecoroso pero nunca había podido observar nada fuera de lo normal. Lo máximo que había visto era a los dos acurrucados en una esquina mientras veían películas, o las veces que solían tomarse de la mano o abrazarse, cosa que tampoco era tan extraño en ellos si se tenía en cuenta que ellos no habían nacido ni crecido en Japón, sino que provenían de Italia en donde eran mucho menos conservadores que los japoneses.

Los medios de comunicación también habían intentado cacharlos para sacar una jugosa noticia de su relación secreta, pero incluso los paparazis acosadores jamás habían podido obtener ningún material que fundamentara su sección de chismes. Ellos siempre se habían mantenido en su relación de amigos de la infancia. Siempre que se les había preguntado en alguna entrevista si tenían sentimientos románticos el uno por el otros, ellos lo habían negado con una frialdad extraordinaria que no denotaba emoción alguna. Aún así los fans solían *shippearlos constantemente.

AkiToraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora