Temporada 2 - Capítulo 10.

11 1 0
                                    

Temporada 2.

Capítulo 10

Amor platónico.

Aki quería morirse, quería que la tierra la tragara en ese preciso momento. Tal vez irse hasta la última punta del mundo, en algún lugar desértico donde nadie la reconociera y donde pudiera continuar con su vida como ermitaña. No podía creer que acababa de pedirle al enamorado de su hermana que se quedara a dormir en su apartamento con un tono de voz tan casual y sin vergüenza alguna, ¿Cómo es que siquiera habían salido esas palabras de sus labios?, Lo último que recordaba es no querer que el muchacho se fuera y soltar una serie de disparates en un intento desesperado de evitar que el mayor se fuera.

Estaba loca, había perdido totalmente la cabeza, ahora seguro el hombre pensaría que era una pervertida y la evitaría. Era una situación bastante incómoda, deseaba huir del lugar, pero no podía ir a ninguna otra parte siendo que se encontraba en su hogar. Por todos los cielos, que alguien le dijera que eso era sólo un mal sueño y que en realidad no había ocurrido.

—¿Disculpa? — Preguntó el azabache al notar que la contraria no había hablado en el último minuto.

—Eh... Ah... Este... — Para colmo, su cerebro parecía no querer formular frases coherentes — Es que tú... Has venido hasta aquí y amm...

—¿Tienes cuarto de huéspedes? — Preguntó arqueando una ceja.

—¡Sí, sí! — Respondió rápidamente sintiéndose aliviada porque el contrario le brindara una vía de escape — La noche aún es joven, así que pensé que podríamos conversar un poco dado que Tora está dormida y bueno... Ya que estás aquí, ¿Por qué no te quedas en el cuarto de huéspedes? Mi hermana puede dormir conmigo, solíamos hacerlo muy a menudo cuando vivíamos juntas.

—¿Estás segura?, ¿No preferirías tener tu cama para ti sola?, podemos charlar si así lo deseas, pero no tengo problema en manejar de noche, no quiero causar molestias.

—¡No es molestia!, digo, ya que estás aquí podrías ayudarme a aprovechar un poco de eso — Señaló el resto de botellas en la mesita de centro — Tora compró demasiadas, así que sería un desperdicio dejarlas allí, y ya que no debes manejar tomado ¿Qué mejor que aceptar mi oferta?, a mí no me disgusta, somos practicamente familia, ¿No es así?

—Tomar un trago me vendría bien — Sonrió — Para ser sincero raramente puedo tomar tranquilo dado que tengo que cuidar de ella — Señaló a la bella durmiente.

— Sí, supuse eso, es por eso que se me ocurrió invitarte.

— Pues que buenas ideas tiene señorita — Respondió divertido mientras agarraba dos botellas para después irse a sentar en el comedor para no despertar a su enamorada en la sala.

Por su parte, Aki había ido a buscar unos vasos y algo de hielo para servir las bebidas mientras que internamente soltaba un suspiro de alivio. Había logrado disimular la situación, haciendo que su invitación no sonara tan extraña al involucrar la bebida de por medio. No sabía de dónde había sacado el valor para justificar sus deseos de estar al lado del azabache, pero al final todo había resultado bien y debía felicitarse por ello. Sinceramente, no le gustaba mucho el alcohol, pero ahora que había mentido de forma descarada, no le quedaba de otra que hacerlo para no verse expuesta.

Cuando trajo todo lo necesario, la castaña mezcló un chorrito de alcohol mezclado con un poco de jugo en un intento de disimular el sabor, mientras que el mayor tras reírse un poco por eso, sirvió en su vaso un poco de sake solo el cual sorbió de un solo trago.

—Waaa, ¿Cómo puedes hacer eso sin lastimar tu garganta?

—¿Qué pasa?, con lo briaga que es tu hermana es un poco decepcionante ver cómo tomas esta bebida de niños.

AkiToraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora