Ahora pedía seriamente una explicación. ¿A quién carajo se le ocurría mezclar la pizza con la piña? Ni en el infierno comían esas rarezas tan extravagantes y asquerosas. Simplemente SooBin se asqueó, por lo que evitó entrar al lugar apenas vio el menú de la pizzería.
Seúl era extremadamente grande, así que, ¿qué tan difícil sería encontrar una buena pizza?
Habían pasado más o menos 40 minutos desde que llegó a la Tierra en su forma humana y su estómago estaba completamente vacío.
Recorrió más lugares, ninguno era de su agrado. Estaba tranquilo hasta que se percató de un pequeño pero importante detalle; no tenía dinero.
Probablemente estarán pensando en que SooBin robará un banco, a una persona, o algo por el estilo, pero en verdad a él se le había ocurrido algo muchísimo mejor.
Era una idea que siempre había querido probar en su estadía en el infierno y diría que una de las primeras opciones en su lista de "cosas por hacer cuando visite la Tierra".
Sabía que habían muchas personas que vivían de eso, ¿Y qué mejor que hacer lo que te gusta para vivir?
Estaba buscando con la mirada a alguien que cumpliera con su objetivo, nadie hasta ahora.
O al menos eso pensaba, hasta que vio a un joven de cabellos castaños caminar junto con una guitarra.
Y en cuestión de segundos se dió cuenta de que era el mismo chico que vio al llegar. Aunque, éste ahora se movía. Sin dudarlo corrió hasta él con la intención de cumplir su plan.
- Hey, hola. Tú eres el chico raro que me miraba extrañado, ¿no?
BeomGyu volteó, dándole su atención al chico de cabellos rojos.
- E-eh, ¿y-yo?
- No recuerdo haber visto a alguien más. A menos que tengas un hermano gemelo.
SooBin rió bajo la atenta mirada de BeomGyu. El último mencionado giró su rostro hacia otra dirección para no dejar ver sus mejillas sonrosadas. Ciertamente le daban pánico las personas nuevas y esa no era la excepción.
- Ah, no era para que le ignoraras. En fin, quiero pedirte un favor. Sí, lo sé, ni siquiera nos conocemos pero es algo un poco urgente.
- Eh... ¿De qué trata?
SooBin sonrió ante la respuesta del castaño. Posiblemente iba a llevar a cabo su plan y comería una deliciosa pizza napolitana.
- Bueno, quería pedirte que me acompañes en la calle. Digo, tienes una guitarra, debes saber tocar. -BeomGyu miró su instrumento, para devolverle la mirada al más alto.- Sólo te pido que toques una melodía y yo cantaré al compás de la canción. Por favor, déjame tener la oportunidad de comer hoy, vamos~
SooBin sonrió mostrando unos hoyuelos bastante bonitos, mientras que el bajito lo consideraba.
- Espera... ¿Entonces quieres ganar dinero cantando? Lo siento, paso. No sé qué pensaría mi mamá al verme en la calle junto con un extraño, y mucho menos si no me das aunque sea la mitad del dinero.
El de cabellos rojos frunció su ceño.
- No te daré la mitad del dinero pero si la mitad de mi pizza, ¿aceptas o no? Mi estómago ruge de hambre. No creo que seas tan malvado como para dejar a un alma desamparada como yo, ¿o sí?
BeomGyu suspiró profundo al escuchar las palabras contrarias, ciertamente era alguien muy culposo y sabía que pensaría en ello por dos semanas si lo dejaba a la deriva.
- No me harás nada, ¿cierto? No confío en ti. Mucho menos después de lo que ví hace rato.
- Ah, ese era un truco de magia. Puedes confiar en mí, no te haré daño. Además tendrás pizza casi gratis como recompensa.
BeomGyu no sabía que era lo que tenía ese chico, porque extrañamente aceptó la propuesta sin decir nada más. ¡Era una locura! Estaba completamente fuera de sus casillas ahora.
- Bien, ¡Vamos rápido!
SooBin empujó al castaño hasta un asiento en medio del parque del lado de la calle principal para luego sentarse y preparar su voz.
Sí, SooBin sabía cantar y era algo que le gustaba. Debe sonar extraño ya que era un demonio pero al menos tomando forma humana su voz no sonaba tan macabra y horrible al hacerlo.
- Hey, me trajiste hasta aquí y ni siquiera me has dicho tu nombre... ¿Así quieres que te ayude? Tampoco sabes el mío.
- No necesitas saber el nombre de alguien para comer junto a él.
Ese comentario dejó pensando a BeomGyu por un largo rato, hasta que el más alto le dijo que afinara su guitarra.
SooBin se preparaba para cantar una melodía suave, tal vez pensaban que cantaría heavy metal, pero no. La música armoniosa era su favorita. Las baladas y los lentos era su especialidad también.
- ¿Ya estás listo?
- Sí, pero sinceramente no sé qué quieres que toque, así que es un poco difícil.
- Hmm... ¿Has escuchado una canción llamada Winter Bear?
El pelirrojo volteó a verlo y BeomGyu no pudo quedarse más sorprendido. ¿¡Winter Bear!? ¿¡Ese Winter Bear de su cantante favorito, V!? Estaba enloqueciendo, al fin alguien tenía sus mismos gustos.
- ¿¡Hablas de la canción de V!?
La emoción del castaño al decir aquello no pasó desapercibida para SooBin, quién rió un poco mientras lo veía atentamente antes de darle su respuesta.
- No sé quién es ese pero conozco la canción. Si es que es de la que yo hablo.
Rápidamente BeomGyu sacó sus audífonos y su teléfono para colocar dicha canción de dicho cantante. Le compartió un auricular al más alto y reprodujo la canción. Pudo ver la sonrisa de SooBin al oírla y supo que era esa la canción de la que hablaba.
- Amo esa canción, conozco la melodía a la perfección, así que no hay problema.
- Genial, entonces comencemos.
BeomGyu asintió y comenzó a afinar su guitarra adecuadamente, para tocar lo más rápido posible junto a el chico extraño de hace algunos minutos atrás.
Disculpen los errores y si los notan por favor avísenme, ¡muchas gracias!
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𖠌 Ángel And Devil 𖠌 » SooGyu
FantastikSooBin era un demonio, hijo del mismísimo diablo. Pero, cuando estaba con BeomGyu era completamente un Ángel. Porque en el fondo no era malvado, solo estaba obligado a serlo.