DIA 5.- Noche Fría

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Cerró la llave de la regadera y solamente quedó un suave chispoteo. Espero a sentir la última gota de agua golpear sobre su cabeza antes de salir. El cabello mojado estaba alborotado y pesado sobre sus ojos. Estorbaba. Pasó una mano entre los mechones negros y se alboroto un poco más, pero salió de sus ojos. Mejor.

Haruka tomó la toalla, secó su cuerpo y se metió dentro de la pijama; ropa interior limpia y un pantalón deportivo gris. Las puntas del cabello goteaban pequeñas perlas de agua sobre su piel, pero las dejo intactas, porque ese no era su trabajo. Salió del baño.

En la habitación, Makoto estaba sentado al borde de la cama, concentrado a derrotar a los enemigos contra los que luchaba en el videojuego.

—Haru-chan terminó de bañarse rápido —dijo Makoto mientras la batalla en la pantalla de la televisión terminaba. Diferentes estadísticas aparecieron y Makoto las omitió. Pusó pausa al videojuego y miro a Haruka—. No deberías salir así, Haru. Te enfermarás.

"¡Por el poder del prisma caballa! ¡Mamákoto!" pensó Haruka en tono burlesco. No era dialogo propio de un héroe, sino de una héroina. Con una sonrisa se deshizo de sus pensamientos.

—Y tú terminaste rápido tu juego —respondió. Haru extendió la toalla y Makoto la recibió, dejando el control de la consola sobre la cama y acomodándose un poco hacia atrás en el colchón. Sentado entre las piernas de Makoto, Haruka dejó que secara su cabello, mientras tomaba el control y continuaba la partida.

Cuando terminó, Makoto dejó la toalla resbalar hacia el suelo. Pasó sus brazos bajo los brazos de Haruka y acomodó el mentón sobre su hombro, sin perderse ni una jugada del chico.

—Tengo frío —dijo Makoto estrechándose más cerca— ¿Tú no, Haru?

—No —fue la única respuesta. En el videojuego, Haruka perseguía manadas de pequeños animalitos negros con marcas azules. Makoto se inclino un poco más sobre Haru—. ¡Makoto, espera! —advirtió demasiado tarde. El último de los animalitos desapareció antes de que pudiera alcanzarlo, consumiéndose a si mismo en una aura azul que se extinguió rapidamente— No puedo jugar así. Es incomodo, Makoto.

—¡Ah! ¡L-Lo siento mucho, Haru! —de inmediato, Makoto retrocedió, levantando su peso del cuerpo de Haruka— En verdad no era esa mi intención. Perdiste al "Chim-chim" por mi culpa...

—Está bien, no es difícil encontrarlos, pero sí es incomodo jugar así. Cambiemos de posición. Yo abajo y tú arriba —si Haruka se hubiera sonrojado al hablar, Makoto habría muerto de una hemorragia nasal o de un paro cardíaco ("deja de ser un pervertido, deja de ser un pervertido") por malinterpretar sus palabras. Otra pausa en el videojuego.

Considerando sus estaturas podría haber sido más problemático intercambiar lugares, pero Makoto y Haruka ya se habían acostumbrado a cómo ocupar el espacio entre los brazos del otro. Haru pasó los brazos sobre los hombros de Makoto y reanudo el juego.

No tenía noción exacta de cuánto tiempo transcurrió. Había terminado la misión e iba a ofrecerle a Makoto hiciera la siguiente cuando descubrió que se quedó dormido sobre su brazo con la boca colgándole entreabierta. "¿En qué momento...?" Ni cuenta se dió. Ni siquiera había sentido el peso de Makoto sobre él, hasta que guardo los avances en el videojuego e intento quitárselo de encima; su brazo estaba completamente entumecido y una corriente fría le recorría de arriba abajo el cuerpo.

Fue un esfuerzo, que merecía ser premiado, quitarse de encima a Makoto dormido, pero ya exigiría su recompensa por la mañana. De momento, sólo apagó la consola y acostó a Makoto, cubriéndolo con el cobertor. Apagó la luz de la habitación y Haruka se dejó caer en la cama, acurrucándose, bajo el cobertor, lo más cerca posible a Makoto. Tenía razón. Hacía frío.

# MakoHaruMako Fest #Donde viven las historias. Descúbrelo ahora