Saturno (l.s.).

I

El chico de doce años entró a la escuela un poco nervioso, como cualquier persona en su primer día, mordiendo su labio inferior, buscando el salón 289 para comenzar sus clases en el nuevo instituto.

Al encontrar dicha puerta, tomó una bocanada de aire y abrió lentamente, encontrando un salón muy diferente a su antigua escuela.

El padre de Harry había obtenido un gran ascenso en la empresa en la que trabajaba, por lo cual, pudieron pagarle una mejor educación en una escuela privada, ya que, según sus padres, eso le daría una mejor oportunidad para entrar a la universidad que el deseara.

En su antigua escuela, no utilizaban un aburrido uniforme, a diferencia del colegio privado. Usaban pantalones rojos de vestir, mocasines negros, una camisa de botones blanca con un saco gris y corbata del mismo color, al igual que las mujeres, con la diferencia que ellas utilizaban una falda cuadrada.

En la antigua escuela, a las 7 de la mañana, todos sus compañeros tenían ya una guerra de bolitas de papel en todo el salón de clases hasta que llegara el maestro. Aquí no. Los compañeros solo se sentaban en sus lugares y conversaban con sus compañeros de un lado.

Entró tímido y divisó el aula, encontrado un lugar vacío al lado de un chico que leía muy concentrado un libro de alguna novela juvenil. Caminó hacia él y carraspeó apenado.

—Disculpa, ¿Es de alguien este lugar? - murmuró llamando la atención del chico, haciendo que levantara la mirada.

Dios, que ojos más bonitos tiene este chico, son tan azules, justo como un océano, pensó mientras este le sonrió amablemente.

—Bueno, por ti, supongo- dijo divertido -Mi amigo Zayn se sienta igual aquí, pero no ha llegado. Igualmente, te puedes sentar donde encuentres un lugar, no tenemos un orden- soltó una risita.

—Bueno, yo los veo muy educados- murmuró con una sonrisa.

Se sentó en la silla a su lado y dejó su mochila colgando en el espaldero de esta.

Eran mesas de cuatro, por lo que supuso que ese chico, Zayn, se sentaría igualmente con ellos. Esperaba que fuera tan amable como aquel castaño.

—Soy Louis- dijo sonriendo –estoy en este colegio desde... Bueno, toda mi vida.

—Yo soy Harry, y... soy nuevo.

— ¿Vives hace mucho en Doncaster, Harry?

—No- negó -A mi papá le ascendieron el puesto y tuvimos que mudarnos aquí hace muy poco, así que no conozco mucho.

—Genial, yo conozco mucho, te puedo dar un recorrido por mis lugares favoritos.

El rizado estuvo a punto de contestar algo cuando un chico llegó corriendo con una sonrisa y se sentó frente a Louis aventando su mochila al suelo.

—Hola Lou- dijo sonriendo –Adivina a quién invité a salir este viernes.

—Hola Zee, a ver- dijo rodando los ojos –considerando que desde primer grado no dejas de hablar de la misma persona, me podría dar la idea de que llegas hasta ahora porque esperabas a que Liam llegara y le dijeras que quería salir "amistosamente" con él.

—Bueno, quería verte más emocionado por lo que hice- hizo un puchero y miró al lado de Louis sonriendo nuevamente –hola, yo soy Zayn, mejor amigo de Louis.

—Hola- murmuró tímido –yo soy Harry.

—Tienes un nombre lindo, casi tanto como tú.

— ¡Zayn, este es un colegio católico! - dijo Louis en broma.