Saturno (l.s.).

XXI

Entró corriendo al hospital ignorando los regaños de los doctores y enfermeros que se encontraba a su paso, llegando hacia Yasser y Trisha, porque, para su sorpresa, su madre no estaba ahí.

—Louis— murmuró Yasser.

Louis no había llorado desde el momento en que supo lo que sucedió, simplemente terminó de empacar junto con su novio y sus amigos, y se dirigieron a Doncaster en completo silencio. No había llorado porque quería llorar con alguien que sintiera el mismo dolor que él. Quería llorar con la persona que lloraría igual que el si perdiera a Zayn.

Quería llorar con Yasser como lo estaba haciendo justo ahora.

Abrazó al padre de su mejor amigo y comenzó a llorar sonoramente escuchando como también Yasser se rompía, porque Mark había sido su mejor amigo toda la vida, y porque él lo vio llegar al hospital, aun consciente, y porque vio que Mark ya sabía que no volvería a ver a su hijo. Porque antes de que Mark cayera en coma, y antes de que el cerebro de Mark dejara de funcionar, le pidió a Yasser que ayudara a Louis a ser feliz.

Lloro porque lo que más dañaba a Yasser es ver mal al chico que creció junto a su hijo, como si fuera el suyo propio.

—¿Dónde está ella? — murmuro con la voz entre cortada.

—Se fue con Eleanor y su familia a Londres, dijo que llegaría mañana al funeral porque hoy tenía un compromiso importante— rio amargamente —le importa más esa familia que el hombre con el que se casó— miró a Louis —Mark me pidió que peleara por tu custodia, y si logro tenerla antes de que cumplas dieciocho, te irás conmigo.

—Mi papá— sollozo —yo le iba a pedir perdón la próxima semana.

—Tu no necesitas pedirle perdón de nada de lo que hiciste Louis— habló Trisha por fin — él te adoraba, y te va a amar hasta la eternidad.

—Nos dijeron que solo los familiares pueden tomar la decisión de desconectarlo o no.

—Si no lo hago, ¿Qué pasa?

—Está conectado a una máquina que hace que sus pulmones y su corazón funcionen, pero solo eso. La muerte cerebral es irreversible. Le preguntamos al doctor que, si teníamos que esperar a tu madre o tu podías tomar la decisión, ya que... Bueno, ya escuchaste lo que dijo ella.

En eso, el doctor llego hacia ellos con un portapapeles en sus manos.

—Buenas tardes, entiendo que él es el hijo del señor Tomlinson— dijo neutro.

—Sí, es el, estábamos tomando una decisión.

Louis levantó la vista y miro a sus amigos, quienes igualmente estaban con los ojos húmedos, miró a los padres de su novio detrás de él y después miró al doctor, secándose las lágrimas.

—Quiero que me permita unos minutos a solas con él para despedirme antes de desconectarlo— musitó —deme esos papeles, los voy a firmar.

El doctor asintió y se los extendió para que Louis los tomara, el inmediatamente firmo y se los devolvió.

—Ahora, quiero ir con él.

—Claro, ¿necesitas que alguien vaya contigo?

—No, voy yo solo. Es mi papá, yo soy su familia y quiero despedirme solo.

El doctor volvió a asentir y se dirigió a la unidad de cuidados intensivos para que Louis lo acompañara en silencio.

Llegaron a un lugar apartado, donde Louis imaginó que estaban los pacientes que ya no podían ser salvados y encontraron la habitación de su padre.