Capítulo 5

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"¿Y tus padres?" me preguntó Justin tras observar que no había nadie en la casa, a excepción de nosotros.

Una tristeza extraña me invadió, recordándome que mis padres nunca estaban conmigo.

Ya me había acostumbrado, pero eso no hacía que doliera menos.

"Nunca están en casa, ya que se pasan la vida viajando por trabajo. Apenas tenemos relación" le dije mirando al suelo.

"Lo siento por preguntar"

Joder, seguro que ahora sentía lástima por mi. Odiaba eso.

"Da igual" le sonreí levemente "¿Qué quieres hacer?" opté por cambiar de tema porque no quería seguir hablando de mi familia. Era muy personal.

"Bueno, tus padres no están en casa, no?" dijo acercándose a mí con una sonrisa rebelde en su rostro. Su mano se posó en mi espalda, bajando hasta mi cintura. A punto de tocar mi trasero.

Di un paso atrás. ¿No había dicho que no iba a hacer nada?

No debería haberle dejado entrar.

Al ver mi expresión de agobio, soltó una risa, separándose un poco de mí.

"Tranquila, nena. Sólo era una broma" me dijo enseñándome su bonita sonrisa.

¿Nena?

"Más te vale, Bieber. Espero que te portes bien esta noche, por que no pienso ser una más de las que te follas" le dije en un tono de broma, aunque realmente lo decía enserio.

"Te prometo que seré bueno" su voz ronca me volvía loca.

Me subí a mi habitación a cambiarme de ropa antes de que hiciera algo estúpido, mientras Justin se quedó abajo.

Me quité los vaqueros blancos y la sudadera gris, antes de ponerme una camiseta de un equipo de fútbol.

Era una camiseta bastante larga, que me llegaba hasta la mitad del muslo, por lo que no me puse ningún pantalón debajo.

Me había acostumbrado a andar así por casa y no iba a cambiar mis costumbres por Justin.

Observé mi reflejo en el espejo y no pude evitar sonreír. La verdad es que no estaba nada mal.

Bajé las escaleras y me encontré a Justin en el sofá, mirando a la nada.

Cuando su mirada chocó contra la mía, noté que se le abrían los ojos y tuve que ahogar una risa.

Me senté a su lado en el sofá, mientras él recorría mi cuerpo con su mirada. Hasta que noté que miraba mis muñecas.

"¿Eso te lo ha hecho Jason?"

Miré mis muñecas para ver a qué se refería y entonces fue cuando me di cuenta que las tenía llenas de marcas rojas, y con algunos arañazos ensangrentados. Casi pego un grito.

Él cogió mi brazo para mirar las marcas, pero yo me aparté en cuanto su piel rozó la mía.

Aquello dolía un montón y no entendía cómo no me había dado cuenta antes.

"¿Te duele?"

"Si, un montón" le dije mordiéndome el labio.

"Vale, ven" se levantó del sofá y yo lo seguí.

Me cogió la mano, y me llevó al baño.

Puso mis muñecas bajo el chorro de agua y empezó a limpiarme todos los arañazos y cortes con cuidado de no hacerme daño.

La verdad es que escocía bastante, pero no era tan malo cómo pensaba.

Me pregunté dónde habría aprendido a limpiar las heridas tan bien.

Heartbreaker  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora