Heartbreaker [Terminada]

Capítulo 13

Entré en el coche de Justin, tratando de evitar sus bonitos ojos mieles, que parecían estar traspasándome.

Me dejé caer bruscamente en el asiento del copiloto, mientras que Justin me miraba fijamente. Apoyé la mejilla contra la ventanilla del coche, dándole vueltas al mismo asunto una y otra vez.

Esperé a que Justin arrancara el coche, pero no lo hizo.

"¿Qué está mal, bebé?" me dijo, llevando su mano hacia mi mejilla.

"Nada, es sólo que aún no sé nada de Sarah y me preocupa un poco" le dije, algo avergonzada. Seguramente parecía una paranoica.

Justin soltó un suspiro, antes de alargar sus brazos para cogerme, y llevarme a su regazo, en el asiento del conductor del coche.

"Pequeña, ya te he dicho que dejes de preocuparte por eso" bajé la mirada al suelo, algo molesta. No podía evitar preocuparme, aunque él parecía no entenderlo. "Mira, te aseguro que tu amiga estará bien, pero si mañana aún no sabes de ella, le pediré a un par de amigos que intenten rastrearla"

Abrí los ojos, algo más aliviada ante esa opción.

"¿Puedes hacer eso?"

"Claro que puedo" me dijo, acariciándome la mejilla "Tengo muchos contactos, pequeña"

Le sonreí, aunque esta vez de verdad. Pasé mis manos por su cuello, apoyando la cabeza en su pecho.

"Gracias" le dije, notando sus brazos cerrándose alrededor de mi espalda.

"De nada, bebé" acarició mi espalda con dulzura, haciendo que me relajara al instante bajo su tacto. Tras unos segundos así, finalmente me separó de él con suavidad "Venga, necesito que te separes. No puedo conducir contigo encima"

Solté una leve risita, al notar su tono de broma. Me moví hasta el asiento del copiloto, mientras él sacaba el coche del parking.

Durante todo el camino me la pasé mirando al cielo por la ventana. El cielo estaba lleno de nubes, y parecía estar a punto de llover.

Me encantaban los días de lluvia.

Justin apoyó una de sus manos en mi rodilla, y la mantuvo ahí durante el resto del camino, mientras conducía con la otra.

Llegamos a una zona que no conocía de nada, aunque todo parecía excesivamente caro. Había un par de mansiones desperdigadas a lo largo del largo camino de piedra, con un montón de árboles a los lados.

Pensé que Justin viviría en otra zona ,y que tan sólo había tomado este camino como un atajo, pero cuando su coche se detuvo en el camino de acceso a una de las casas más grandes de aquel sitio, abrí los ojos como platos.

La casa, o mejor dicho de la mansión, estaba rodeada de un jardín que parecía no acabar nunca, con un montón de arbustos. Me pareció ver una piscina enorme, en medio del jardín, con un montón de tumbonas alrededor.

La casa tenía una forma algo extraña, pero con un aspecto muy moderno, con tres pisos, y toda pintada de blanco, con algunos detalles de madera.

Todo aquello tenía pinta de valer muchísimo dinero, y realmente me empecé a preguntar si Justin de verdad podía pagar ese tipo de lujos.

Pero en cuanto entramos al garaje de la casa, y vi un Ferrari negro aparcado, al lado de un Lamborghini rojo, me quedé helada.

Justin salió del coche, y tras unos segundos de procesar todos los lujos que nos rodeaban, salí tras él.

Me quedé contemplando aquel panorama, nunca había estado en un sitio así. La verdad es que llevaba todo este rato tratando de decir algo, pero no me salían las palabras. Aquello era demasiado.