Heartbreaker [Terminada]

Capítulo 42

Alexa's point of view

Justin y yo nos acomodamos en un sofá blanco, algo desgastado por las esquinas, mientras que Pattie hacía lo mismo en un sillón frente a nosotros.

Entendía muy bien lo que Justin había dicho tantas veces sobre que su madre era la mejor del mundo. En apenas unos minutos nos había recibido a Justin y a mí con los brazos abiertos, y nos miraba con un cariño que yo nunca había experimentado por parte de mi progenitora.

"¿Queréis comer algo?" preguntó ella, y Justin sonrió contra mi pelo, asintiendo.

"Mi madre es la mejor cocinera del mundo, Alexa" me dijo él, y yo le miré con curiosidad.

"Eres un exagerado, cielo. Pero me gusta cocinar, sí. Hace un rato hice un par de galletas, están en el horno" apuntó ella "Justin, ¿podrías ir a sacarlas?"

Él asintió y se levantó del sofá, dejándonos a solas a Pattie y a mí. Para mi sorpresa, Pattie se levantó del sillón y se sentó a mi lado en el sofá, mirándome conmocionada.

Me abrazó con fuerza, cosa que me tomó por sorpresa, aunque le devolví el gesto, notándola sollozar contra mi hombro.

"Gracias" murmuró ella, apretándome entre sus débiles brazos.

"¿Por qué?" pregunté, mirando sus ojazos azules. Sin duda, sus ojos eran totalmente distintos a los de Justin, pero eran preciosos.

"Por haberle ayudado. Por hacer que esté aquí" dijo, y supe que se refería a Justin. Se me aguaron los ojos al instante y tuve que morderme el labio para no llorar "No sabes cómo te lo agradezco. Cuando me llamó por última vez unos meses atrás, estaba tan roto que pensé que no iba a volver a verle jamás. No quise admitirlo delante de él, pero incluso yo misma pensé que él no iba a aguantar todo ese dolor"

A ese punto ambas estábamos llorando.

"P-Pattie, yo..." me temblaba la voz.

"Es gracias a ti que ahora él está sano. Que haya dejado de beber, que esté feliz, que haya decidido volver a verme" me abrazó de nuevo "Gracias por todo, Alexa"

Asentí, incapaz de hablar mientras hipaba involuntariamente por mis tímidos sollozos.

Justin entró de nuevo en la sala, dejando la bandeja con galletas sobre la mesa y mirándonos con preocupación.

"¿Estáis bien?" preguntó, sentándose entre Pattie y yo.

Pattie asintió, compartiendo una mirada cómplice conmigo mientras se secaba los ojos con disimulo.

"Claro, cielo. No te preocupes" le aseguró ella.

El rubio me miró unos instantes, mirándome y encarando una de sus cejas, sin creerse lo que su madre decía.

Le apreté la mano para que supiera que estaba bien.

Para mi sorpresa, él sonrió, mirándonos a su madre y a mí con diversión.

"Algo me dice que estábais hablando de mí. ¿Me equivoco?" dijo, y tanto Pattie como yo reímos ante su tono.

Ella le dio una suave colleja que le hizo reír, mostrando una sonrisa tímida pero jodidamente adorable.

Probamos aquellas galletas redonditas recubiertas de pepitas de chocolate, que para ser sincera, eran de las mejores galletas que había probado hasta la fecha.

Sonreí como una idiota, saboreando aquella deliciosa masa casera.

"Pattie...estas galletas están buenísimas"