Heartbreaker [Terminada]

Capítulo 6

El muy cabrón se tumbó a mi lado en la cama, de nuevo.

Pasó un brazo por mi cintura pero yo le aparté de un manotazo, levantándome de la cama.

Tal vez se pensaba que yo no había escuchado nada de su llamada con Kara. Y la llevaba clara si pensaba que podía tratarme cómo a una idiota.

"Creo que será mejor que te vayas, gilipollas" le dije con asco, aunque en el fondo sólo estaba triste.

Justin se sentó en la cama, pasándose una mano por el pelo.

"¿Y ese cambio de humor? ¿Eres bipolar?" su tono de chulito me sacaba de quicio.

"No, pero tampoco soy idiota. Paso de ser una más de tus putas, a las que ilusionas y luego las dejas tiradas cómo si no fueran nada. Si vas a follarte a la zorra de Kara esta noche, te puedes ir ya de mi casa"

El pulso se me empezó a acelerar con cada palabra que decía, la rabia me quemaba por dentro.

"No tengo que darte explicaciones sobre a quién me follo. No somos nada, por si no lo sabías" dijo con una frialdad que hizo que se me retorciera el estómago "Sólo eres una más para mí, al igual que todas mis putas. Si no te he follado todavia es porque sólo follo con tías buenas, no con niñatas cómo tú"

La bofetada resonó por toda la habitación.

Nunca le había pegado a nadie pero Bieber se lo tenía merecido.

¿Cómo se atrevía a decirme eso? ¿Cómo podía ser tan cruel?

Sentí que el corazón se me partía en mil pedazos al escuchar sus palabras.

Parpadeé varias veces para contener el llanto, pero él debió de darse cuenta de mis ganas de llorar, porque una sonrisa cruel se formó en su rostro, satisfecho al ver el daño que me había causado.

"La verdad duele, Alexa" su voz me causó escalofríos "No eres nadie para mi, ¿lo entiendes?"

Comenzó a acercarse más a mi, hasta que mi espalda quedó pegada a la pared. Se cernió sobre mí, su cuerpo cubriendo el mío.

Estaba temblando de miedo, ¿me iba a pegar? ¿sería capaz de ponerme la mano encima?

"Y escúchame bien, pedazo de zorra, la próxima vez que te atrevas a pegarme, te mataré sin ningún reparo"

Noté que me fallaban las piernas. Me senté en el suelo intentando no llorar. Sus palabras de antes me habían dolido, pero esto era demasiado, ¿amenazarme con matarme?

Él se alejó de mí, con una sonrisa macabra dibujada en sus labios. Su mirada oscura me hizo creer que no lo conocía. Nunca lo había visto así, ni siquiera cuando le pegó una paliza a Jason ayer.

En ese momento, mirándome fijamente, parecía un asesino a sangre fría. Parecía no tener sentimientos. Ni siquiera parecía humano, más bien cuando lo vi así, no pude evitar pensar que era el diablo en persona.

Se puso su ropa rápidamente, antes de coger su pistola y salir de mi habitación. Cuando oí el portazo que dio en la puerta principal de abajo, indicando que se había ido, por fin pude soltar el aire que había estado reteniendo.

Lloré las siguientes 2 horas, sentada en el suelo, aunque no sabía si lloraba por miedo o por tristeza, tal vez las dos cosas.

Forzándome a mí misma a levantarme, me arrastré hacia el baño.

Al ver mi reflejo en el espejo, solté un grito de espanto. Tenía los ojos rojos como tomates, el maquillaje del día anterior corrido, el pelo sucio y revuelto, además de un montón de manchas rosas en las mejillas, que me salen siempre que lloro.