Capítulo 32

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Alexa's point of view

Me miré al espejo del baño, frunciendo el ceño al ver las profundas ojeras que rodeaban mis ojos.

Mis dos noches seguidas sin dormir eran más que evidentes. Tomé el corrector de mi estuche de maquillaje y lo apliqué sobre la piel bajo mis ojos, esparciendo el producto con la ayuda de una pequeña esponja de maquillaje. Después puse algo de rubor en mis mejillas apagadas, consiguiendo disimular la palidez de mi piel.

Pasé mis dedos por las raíces de mi pelo para darle algo de volumen a mi mata de pelo rubio oscuro, dejando que este cayera por mis hombros en un par de ondas desordenadas.

Miré la hora en mi teléfono : tenía diez minutos antes de salir de casa.

Corrí hacia mi armario y rebusqué para tratar de encontrar algo medio decente que ponerme. Resoplé agobiada al no encontrar nada.

Barajé entre las prendas hasta finalmente decidirme por unas mallas negras y una sudadera del mismo color, con capucha incluida. Me calcé las Converse blancas con plataforma, eché un último vistazo a mi reflejo y, algo más satisfecha, me precipité escaleras abajo.

Abrí la puerta de mi casa y eché a andar por el recinto de piedra. Miré a ambos lados de la carretera, buscando aquel coche que me resultaba tan familiar.

Las ruedas del Ferrari de Justin no tardaron en resonar por la gravilla de la calle. Alcé mi mirada cuando aquel vehículo excesivamente caro se detuvo enfrente de mí.

Justin salió del coche, sus ojos mieles se clavaron en mí. A pesar de que tan sólo llevaba dos días sin verle, mi corazón dio un pequeño salto en mi pecho al verle.

Él llevaba una sudadera gris, con la capucha de ésta cubriendo su cabeza, una chaqueta de jean encima, unos jeans azules desteñidos, que se ajustaban a sus piernas torneadas y sus vans blancas.

Me fijé en lo adorable que estaba con aquella sudadera grande, y con la punta de su nariz roja debido al viento frío.

"Hola" me saludó él con timidez, metiendo las manos en el bolsillo frontal de su sudadera.

"Hola Justin" murmuré, dudando si debería acercarme más a él. Di un paso hacia él, deteniéndome a una distancia prudencial.

Miré sus ojos mieles, que parecían estar apagados, como si alguien les hubiera quitado su intensidad habitual.

"¿Cómo estás?" pregunté, mordiendo mi labio inferior mientras retorcía mis manos con nerviosismo.

Él se ajustó la sudadera, estirando la capucha de la sudadera para dejar a la vista parte de su frente y de su pelo.

"Estoy bien...pero te echaba de menos" dijo él, bajando su mirada al suelo, moviendo sus pies en un gesto nervioso.

En seguida un calor me llenó el estómago. Yo también le echaba de menos.

"¿Por eso me has llamado?" l

"Si...¿te ha molestado?" preguntó él, sus mejillas tiñéndose de un color rosa. Sentí mi corazón derretirse ante su timidez "Lo siento, yo..."

"No, Justin. Claro que no me ha molestado. Yo también te he echado de menos" le tranquilicé, dando dos pasos más hacia él "Sólo que me sorprendió el hecho de que me llamaras, sólo eso"

Él asintió, sacando sus manos del bolsillo de su sudadera, dejándolas colgando, sin saber muy bien qué hacer con ellas.

"Entonces...¿me dejas que te lleve a un sitio?"

"¿Qué sitio?" pregunté con curiosidad

"Quiero enseñarte una cosa, para que puedas entender mejor todo lo que te conté la última noche" acercó su mano hacia la mía. Por supuesto, no la aparté. En cuanto nuestras manos se rozaron, entrelacé nuestros dedos, apretando su mano con cariño. "¿Te parece bien?"

Heartbreaker  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora